El chico del Maravillas

Opinión:

Lluís Llach es uno de los máximos exponentes de la cançò catalana pero, al igual que ha sucedido con otros músicos, también se dedica a la literatura. Ha publicado ya dos novelas, muy buenas por cierto, "Memoria de unos ojos pintados" y "Las mujeres de la Principal" ambas publicadas por Seix Barral. Ahora, en 2017, nos presenta su nueva novela "El chico del Maravillas" publicada en castellano por Destino y, en catalán, por Edicions 62.

Personalmente, me gusta mucho el Llach novelista y escritor, En su prosa hay algo del Llach poeta y compositor también. Sus novelas son muy costumbristas y trasladan al lector a otras épocas. Esta vez, a la Francia y a la Barcelona de la segunda mitad del siglo XX,  desde 1935 hasta finales de los años 70.

"El chico del Maravillas" está planteada como una novela dentro de otra. Supuestamente es un manuscrito escrito por Roger Ventós que cae en manos de Germain Deschamps, un editor que decide publicarlo. Roger Ventós es un famoso barítono y su historia es de lo más fascinante. En ella la música es una de las grandes protagonistas junto al teatro. Llach recrea todo lo que envuelve a la escena y lo hace con descripciones largas y detallistas que no aburren. Él tiene una forma de escribir que va cautivando poco a poco al lector. Si conocéis a Lluís Llach sabréis que es un hombre que habla pausado, con calma... pues esto lo transmite a sus personajes, a su narrativa.

He comentado antes que es una novela costumbrista en la que, también, las personas son protagonistas. Roger Ventós es el personaje principal. Su vida está prácticamente marcada desde su nacimiento. Su madre, Mireia, tuvo que exiliarse durante la Guerra Civil y él es fruto de la relación que tuvo con un soldado senegalés que era su guardián en el campo de concentración francés en el que estuvo presa. Esta circunstancia marca a Roger. Su destino está marcado desde antes, un destino que le lleva a la música ya que toda su familia está muy relacionada con el teatro.

Junto a Roger y Mireia hay otros personajes secundarios muy especiales como Carme, el tío Lluís, Maurice o Juanito así como otro inmaterial: El Maravillas, mucho más que un edificio. El vínculo que todos tienen con él es clave para entender el final.

También hay un hueco para el amor. Roger y Maurice tendrán una relación muy bella y especial en la que, Senegal, tendrá un gran papel. Esta parte africana de la novela es perfecta porque te hace sentir allí. Es como un sentimiento de liberación para Roger. Como es lógico, en la novela hay referencias a la situación que se vivía en España durante el Franquismo pero no se superponen al resto de las tramas. La política tiene un papel más pequeño y secundario pero es vital para entender mejor la vida de Roger Ventós.

La trama va atrapándote poco a poco. Tiene una parte final apoteósica que no esperas. Un final lleno de lirismo dentro de la atmósfera que le envuelve y que la ha convertido en mi favorita. Es lo mejor de la novela. Lluís Llach no ha podido darle mejor final.

Por todo esto, os recomiendo mucho esta novela de Llach. Vais a descubrir a un gran escritor.

Ysabel M.