El ángel perdido

Opinión:

Martin Faber es climatólogo, y no lo es por casualidad. La epopeya de Gilgamesh, el arca de Noé, las manchas solares, John Dee, el monte Ararat, Noia, los indios hopi, los ángeles en la tierra y un montón de ideas más se cruzan en esta novela de ficción que parte de muchísimos hechos y datos reales. Conforme la leía me sonreía pues iba reconociendo misterios históricos de los que Javier Sierra, nos consta a todos, es un gran apasionado (léase "La ruta prohibida y otros enigmas de la historia"). Y es que "El ángel perdido" es un compendio de misterios de nuestra historia universal que pasa por los mitos, los personajes históricos y los cambios bruscos climáticos que ya hemos vivido -entre otras muchas cosas-, unidos finalmente en una trama que quiere dar sentido al final que nos ofrece. Incluso una respuesta, quizá. Juega también en su novela con el gran cambio que vendrá, el que todo el mundo espera con miedo y que está profetizado. Quizás sea esto lo más perturbador de una historia que es, en realidad, un thriller bastante coral.
 
En "El ángel perdido" se mezclan los dones (o poderes paranormales, varía según gustos) y la magia angélica con la alta tecnología. Sierra hace uso de detalles que podemos desconocer pero que no se ha inventado, y para quienes tengan curiosidad ha dejado una nota final donde cuenta bastantes detalles que pueden sorprender al profano.
 
Me llama la atención que de nuevo (lo hizo antes con La dama azul) su protagonista principal, aquella en la que tiene que meterse en su piel como escritor, sea una mujer. Y no lo hace mal porque la idea la tiene muy clara: Julia va conociendo lo que ocurre al mismo tiempo que el lector, y nosotros, de ella, vamos sabiendo cómo ha sido su relación y su pasado con Martin Faber (con todo lo que ello implica, ante todo mucho misterio) conforme la chica lo recuerda (al principio al contárselo a Nicholas Allen, más tarde al narrárnoslo a nosotros a modo de recuerdos) en un corto espacio de tiempo. Por ello crea un perfil femenino muy aceptable, creíble, que no chirría en ningún momento, y eso es de agradecer.
 
Debo reconocer que "El ángel perdido" me ha gustado más que "La dama azul", y que he encontrado en ambas las similitudes comentadas: a Sierra no le gusta contar una historia y punto, quiere hacer puzzles literarios, y lo hace uniendo hechos que reconocemos -al menos los que nos interesamos en estos temas- con algo de ficción para ofrecer una historia que podría dar una respuesta muy personal. Y creo yo que el que no se haga preguntas, posiblemente, después de leer la novela empiece a interesarse por ciertos temas.
 
Así, "El ángel perdido" es como una constelación donde las estrellas se van uniendo con líneas rectas o curvas para mostrar, finalmente, un dibujo muy concreto que tenga sentido (¿quizás el que vemos en la portada del libro?). Y se resume en un thriller de aventuras y misterio con toques angélicos que te hará pasar un buen rato (lo que te duren esas quinientas páginas). Cuando finalices la novela, para en su "Ultílogo" y reposa lo leído; quizás la veas entonces con otros ojos y disfrutes la historia un poquito más.
 
Ah, un detalle final, fijaos si es creíble lo increíble que no se puede hacer un thriller donde se trata de conseguir unas piedras mágicas que ofrezcan contacto directo con Dios sin que estén por medio los superpoderes norteamericanos... y ahí tenéis, cómo no, al presidente de los EEUU.
 
Anika Lillo