Diario de un ladrón de oxígeno

Opinión:

No sé qué pensar de "El ladrón de oxígeno", ni cómo enjuiciarlo sin ser fuertemente subjetivo. El autor busca provocar desde la primera página, sobre todo en torno al tema de las relaciones de pareja, y desde mi punto de vista lo consigue solamente a medias, pero no porque lo que afirme no sea brutal, sino porque el tono general de rabieta del libro hace que uno no llegue a tomárselo en serio. La New York Magazine definió la novela como "retorcida, ambiciosa y digna de encomio", y de todos los términos que menciona yo solamente tengo claro el primero.

La obra presenta un tono de resentimiento que explica ese carácter retorcido al que se refería la revista. Está escrito con un carácter de venganza privada hacia mujeres que han pasado por la vida del narrador que molestará a muchos lectores, pero también estoy seguro de que divertirá a otros. Conozco tantas personas a las que "El ladrón de oxígeno" les horroriza hasta el punto de despreciar el texto una vez consumidas unas cuantas páginas como que realmente lo ven una futura obra de culto. Viene acompañada de la leyenda de que su autor -que firma bajo el nombre de Anónimo, como una extravagancia más que añadir a la narración- comenzó a venderla de manera autoeditada en círculos hipsters de EEUU. De este autor desconocido solamente se nos dice que es publicista (como el narrador de la obra), y uno puede contemplar cómo esa pretensión por captarte mucho y rápido en la que se supone que se asienta la publicidad está profusamente utilizada en el texto.

Es una narración caprichosa, en el sentido de que parece atacar cuestiones rotundamente personales, pero el autor sabe dotarlas de un eco de provocación universal que explica su éxito entre aquellos que han conectado con este narrador deslenguado y resentido. El conjunto no es solamente profundamente inmoral, si no que uno adivina que es conscientemente inmoral. Si dan un vistazo a lo que en internet se dice de la novela, comprobarán que ha cosechado tantos elogios como insultos, normalmente por su carácter misógino.

¿Si lo recomiendo o no? Es una novela que solamente se puede amar u odiar, dependiendo de que llegues a conectar con la intención del narrador y sus formas o no lo hagas. Por lo que he dicho hasta este momento, ha debido quedar claro que no es mi libro. Pero soy consciente de que puede enamorar a otras personas, que puede mover a quien le gusta explorar los límites de la corrección política. Por ello me van a permitir que, por una vez, me coloque en terreno neutro.

Rafael Ruiz Pleguezuelos