Antártida. Ciencia y aventura en los confines del mundo

Opinión:

Este es un ensayo sobre un lugar tan inhóspito, que prácticamente la flora y la fauna deben condicionarse para sobrevivir. Adaptarse o morir. Así de simple. Desde esta perspectiva, el trabajo de la ciencia en estas tierras se desarrolla bajo condiciones extremas... y, sin duda, con mucha vocación.

El autor nos indica que es un libro de divulgación, que nos relatará sobre ciencia, pero que también nos veremos inmersos en un océano de anécdotas, recuerdos y testimonios. Son 16 expediciones, en alrededor de 30 años, en las que ha participado, donde ha conocido a otros científicos y establecido relaciones duraderas, sean de trabajo o no, pero siempre enmarcadas en esa sensación que tiene quien ha estado allí:  el "espíritu antártico", que es un cúmulo de emociones y sentimientos que moldean a quien ha vivido esa experiencia. Y que une a los que aún quedan allí.

En este marco, Leopoldo García establece esta especie de camaradería con el lector y nos insta a leer sus "cuentos antárticos", sus experiencias, su vida allí, que relata logrando un delicado equilibrio entre la ciencia y la emoción. Pueden convivir juntas, ¡qué duda cabe! Un tema que destaca mucho es el uso de los diarios o bitácoras, desde los primeros descubridores hasta las generaciones presentes, y se apoya en ellos para ejemplificar muchos temas.

De esta manera, al final de cada capítulo, donde siempre resalta la importancia de la experiencia de cada investigador, nos entrega una breve bibliografía para que nos aventuremos nosotros mismos en busca de más información. Esto es un punto relevante, porque aligera la carga que puede provocar una lectura densa a quien lo lea.

El libro entonces empieza con una historia del descubrimiento de esta tierra y todo el avance científico hasta llegar al SCAR y al Tratado Antártico, que son dos bases fundamentales para la conservación de la zona y sobre todo para la continuación de la investigación científica. También toca la parte española en este caso, la base establecida allí y su desarrollo. En general, destaca el esfuerzo científico internacional por mantener esta zona conservada, libre de contaminación y sobre todo, como un campo para el estudio científico de muchos temas actuales: salud, ecología, alimentación, luz ultravioleta, ozono, etc.

Nos cuenta también sobre el tema de su investigación: líquenes y musgos. Tema interesantísimo sobre todo desde el punto de vista de las condiciones extremas y de la perseverancia de las especies por seguir allí a pesar del clima y las condiciones en general. Aislados, temperaturas inverosímiles, precariedad en caso de emergencias... y aun así, los científicos no dejan de visitar e investigar a esta masa de hielo que es mucho más que eso.

Aquí es donde el libro nos despliega todo un abanico de ideas y de actividad: estudiar la Antártida es un desafío constante y hay que disfrutarlo igualmente, porque este lugar tan peculiar sirve de base para investigaciones que van desde los líquenes y la astrobiología a los líquenes, la calidad del aire y la conservación del planeta, pasando por los tardígrados, los microbios, los musgos y los hongos.

Es que esta tierra no es pródiga en animales grandes, sino que su mayor riqueza biológica se concentra en el reino vegetal. Y de eso nos cuenta el autor, que es doctorado en líquenes y biología. De esta tundra antártica tan única, que podrías pasarte la vida entera estudiándola. Con esas condiciones ambientales tan dramáticas que también son blanco fácil de la contaminación... y se están dando pasos para que ésta no afecte su clima, biodiversidad y sobre todo, pueda seguir estudiándose generación tras generación: impacto de la explotación de recursos marinos, conservación del bento y del krill, estudio del turismo en la zona y especies invasoras, por dar ejemplos.

La blanca tierra de hielos perennes tiene aun mucho que contarnos y esperemos que el doctor Leopoldo García Sancho lo haga nuevamente, porque sus "cuentos antárticos" se leen con tal fluidez que parece que hemos ido con ellos de expedición. Una lectura didáctica y amena, un acierto pleno de Pirámide que se disfruta de la primera a la última página.

Carol Inabé Barba