Gauguin. El alma de un salvaje

Opinión:

Una no deja de sorprenderse con Ángeles Caso. En este trabajo la biografía es en tercera persona, prácticamente un ensayo biográfico que toca su vida desde los orígenes (casi diría yo de la Nueva Tierra pues se traslada a toda una estirpe) y, por supuesto, su obra.

Tras la biografía como tal comienza una serie de capítulos ilustrados con obras de Gauguin que se acompañan de textos del propio artista. Gauguin escribía continuamente a su esposa, Mette, de origen danés, y recurriendo a estas misivas se van mostrando sus pinturas dándoles sentido a su vida. Pero no sólo a Mette escribía, también lo hacía a Émile Schuffenecker, Émile Bernard o Vincent van Gogh entre otros, de modo que el libro se convierte en un volumen de lo más interesante pues es él mismo, a través de sus cartas, quien narra su vida y desnuda sus pensamientos.

Gustará especialmente a quienes disfruten del arte, pues el tomo está muy ilustrado, pero en casos como el mío disfrutarán quienes deseen conocer a la persona que hay detrás de la pintura. En este caso, Gauguin parece un tipo peculiar. Comenzando su vida como pequeño burgués, trabajando en Bolsa, se casa con una mujer derrochadora con la que tendrá descendencia, pero también se unirá más tarde en Tahití con otra mujer, Pau'ura, con la que tendrá un hijo, Émile, al que querrá -y no podrá porque sigue casado con Mette- poner su apellido. Con la segunda "esposa" tahitiana que tenga, Gauguin será padre una niña y finalizará con ella su legado familiar. Proclive además a meterse en asuntos del gobernador y denunciar corrupciones varias, Gauguin terminaría perdiendo no sólo el caso, si no también un poco el juicio, pero no su humanidad. En sus últimos años le acompañarían primero la absenta y, después, la morfina. Y su legado es su extensa familia así como su obra. Por supuesto uno de los capítulos está dedicado a su obra mientras vivió en Tahití.

Encuadernado en tapa dura sus ilustraciones son en color aunque hay algunas fotografías en blanco y negro (en ella podremos ver al joven Gauguin, a sus esposas (la danesa y las tahitianas), a Mette con sus hijos, a Gauguin con sus hijos Émil y Aline… Recuerdos de una vida cuyo interés es evidente, como ha demostrado Ángeles Caso. 

Anika Lillo