China: la edad de la ambición

Opinión:

Entre las perlas de conocimiento de este magnífico ensayo nos topamos con datos que sorprenden y a la vez nos provocan sensaciones de inquietud y asombro. En la nación que se generan más millonarios del mundo, se habla de "fiebre" cuando una moda arrasa sus ciudades y pueblos. La misma China que en pocas generaciones ha cambiado radicalmente los hábitos y recursos cotidianos de su enorme población, sigue siendo un país refractario a la transparencia, a las libertades convencionales, a la comprensión global de las leyes y equilibrios internos que definen y conforman su poder.

Como señala con lucidez Osmos, el partido comunista chino ya no promete igualdad ni el final de las penurias, sino únicamente prosperidad, orgullo y fuerza. Como si esos principios, tan desgastados en los países occidentales, hubieran cobrado una nueva dimensión semántica en un país que se jacta aún de ser un régimen comunista.

Datos como que China es el primer consumidor del mundo de productos de Louis Vuitton y el segundo de vehículos Rolls Royce y Lamborghini, o que tiene dos de las empresas más valiosas del mundo de internet, con más gente conectada a la Red que los Estados Unidos o más de un millón de blogueros, también es un país dominado por un poder que se sigue denominando formalmente ¡marxista-leninista! El mismo que ya hace más de una década edificaba cada dos semanas una superficie equivalente en kilómetros cuadrados a la ciudad de Roma, descubre fascinada la opulencia mientras ejerce una de las mayores censuras a la libertad de expresión del mundo.

Como nos descubre con acierto el autor del ensayo, corresponsal en China durante años del New Yorker, el Partido Comunista Chino, que cuenta con ochenta millones de entregados miembros, "renunció a su evangelio pero se agarró a sus santos; abandonó la teoría de Marx pero conservó el retrato de Mao". En este sentido, Osmos nos advierte que China afronta la colisión de dos fuerzas colosales, la aspiración de superpotencia global en el siglo XXI y su condición de ser el Estado autoritario más grande del mundo. "Cuarenta años atrás los chinos tenían casi vedado el acceso a la riqueza, la verdad o la fe, tres cosas que la política les impedían alcanzar. (…) Una generación después, los chinos habían conseguido acceder a las tres cosas… y ahora quieren más". Un proceso histórico que, a juicio de este ensayista, ha desencadenado la mayor expansión de potencial humano en la historia mundial, pero que puede llegar a amenazar su propia supervivencia.

Esta gran obra es una revisión crítica y documentada, a veces divertida, siempre fascinante, a menudo inquietante, de una China que más que reflejar una competición entre Oriente y Occidente, se nos presenta, como nos advierte el autor, como una lucha irresuelta aún por definir la idea de China. Un libro imprescindible para quien quiera conocer la China actual y sus perspectivas, gracias a una prosa brillante, ágil, amena, rica en datos y análisis, abundante de impresiones y anécdotas. De un joven autor que ha recibido numerosos premios como el Pulitzer, y el National Book Award en 2014 para esta obra sobre China. Y además publicada en una elegante edición de El hombre del tr3s, que además de facilitar su lectura con su destacable calidad editora, incluye un ebook para comodidad de los interesados en la realidad y futuro de China.

Jorge Riet