Cicatrices bajo la piel

Opinión:

"Cicatrices bajo la piel", es un libro para leer despacio, saborear y disfrutar.

Empezamos la historia en el presente, con uno de nuestros protagonistas, Daniel. Daniel mirando a través del cristal de la ventana, Daniel que no puede más con el pasado y sus demonios y toma una decisión que marcará no sólo su destino, sino también el de sus amigos.

Volvamos al pasado, años noventa. Una pandilla de amigos como cualquier otra: Sara, Laura, Daniel, Marcel y Arnau. Barcelona, fiestas, amor, amistad, viajes, drogas, todos nos lo podemos imaginar, bien por que lo hayamos vivido, o bien por las típicas escenas de películas. Muy bien narrado, nos transporta a esos momentos, donde en la ignorancia de la juventud se es feliz, sin nada más. ¿Quién no ha disfrutado de una tarde-noche de fiestas, feria con los amigos ? Gracias al autor, Joan Roure, lo revivimos y nos hace recordar con una sonrisa seguro que más de un momento de nuestra juventud. Nos transporta a ese primer amor, a ese beso, la incertidumbre de qué pasará, los "para siempre".

Pero para nuestro grupo de amigos no es todo tan idílico. Un suceso romperá el grupo ¿podrán con ello?

De nuevo presente, recordemos que hemos dejado a Daniel con sus demonios. El destino es muy caprichoso y hará que Laura y Arnau vuelvan a encontrarse con él. No están de acuerdo con la decisión de Daniel y además descubrimos que algo ocultan. Son, o eran, muy amigos, pero está claro que tenemos más de un secreto por descubrir. Todos nos ocultan algo.

Y así es como nos enganchamos a la lectura de esta novela. Por querer saber qué pasó, y descubrir si la amistad puede con ello. Para conocerlo, vamos alternando el presente con el pasado, de tal manera que llega un punto en que ambas historias de unifican y cobran sentido.

En rasgos globales, la novela me ha gustado, pero el final es lo que me ha dejado un poco más desinflada. Me ha parecido poco creíble, ya que cuando descubrimos uno de los secretos (no puedo decir cuál por que sería un gran spoiler), no me ha parecido que fuese posible que lo hayan realizado, que sea tan fácil como lo pinta. Al menos en mi caso, si yo fuese Daniel y/o Marcel, no lo admitiría sin pruebas, y lo que ese acto desencadenaría después queda muy en el aire: noticias, familiares, actos sociales... no se mencionan para nada.

La manera en que está escrito me ha gustado, aunque reconozco que en algunas partes me ha resultado más tedioso por alguna que otra floritura que pretende dar a los pensamientos y acciones de los protagonistas.

A lo largo de la novela, nos encontramos con varias ilustraciones de la autora Marta González De La Vega, que tienen relación con lo que acabamos de leer en ese capítulo. Son sencillas pero bonitas.

Recomendado para pasar el rato, y como dije al principio, leer despacio y disfrutar los pensamientos y reflexiones que nos vamos encontrando.

Vane Gómez