Una promesa de juventud

Opinión:

Hacía tiempo que no me emocionaba tanto leyendo una novela. "Una promesa de juventud" es de esas novelas que enamoran, que llegan dentro conforme vamos avanzando por sus páginas.

La anterior novela de María Reig, "Papel y tinta", me encantó, así que esperaba con ansia su nueva novela. No me ha defraudado para nada, y ya tengo ganas de leer su siguiente obra.

Lo primero que nos llama la atención es la portada, ya que se nota que han cuidado hasta el mínimo detalle. Sigue en la misma línea que la anterior novela, (tapa dura, letras en dorado e imagen con una chica a color con un fondo en gris más difuminado), por lo que queda una colección preciosa.

"Una promesa de juventud" nos traslada a 1939, inicio de la II Guerra Mundial. En Suiza se ubican dos internados, St. Ursula, para niñas; y el Sankt Johann im Wald, para los chicos. Ambos internados se encuentran cerca, separados por un bosque y un lago, lo cual propiciará más de una situación para que se encuentren los alumnos de cada uno de ellos.

El curso 1939-1940 no será un curso cualquiera. Marcado por el inicio de la guerra, viviremos de primera mano cómo se sentían las alumnas frente a ello. El miedo, el desconcierto, el no saber qué ha pasado con su familia, no saber qué va a pasar en un futuro cada vez más próximo. Las pequeñas rencillas que se generan entre alumnas de distintos países, por la influencia de sus familias. Pero también tendremos momentos de camaradería, en que se ayudan unos a otros, se encubren para que no sean castigados por los profesores. Al convivir tanto tiempo en el internado, y durante los años que duran las clases, nos damos cuenta de la importancia que adquiere para los alumnos la amistad. Al final los compañeros y en ocasiones los profesores, son su segunda familia, y gracias a los relatos que vamos leyendo y las anécdotas, parece que nosotros somos uno más de ese grupo, de esas amistades que duran para toda la vida.

María Reig ha creado una ambientación espectacular. Parece que recorremos los pasillos de los internados, es como si mañana nos soltasen en un edificio igual, sabríamos ir al comedor, al ático y a la famosa habitación 43. Hemos paseado también por el bosque y nos hemos bañado en el lago, entre risas y tristeza por lo que está por acabar. La manera que tiene de narrarlo nos mete tan de lleno en la historia que consigue que formemos parte de ella.

En 1939-1940 tendremos varias historias sobre las que pensar. Por un lado, la relación de los profesores dentro del propio internado y con el internado vecino. También sobre los alumnos, pero en especial sobre Charlotte, Sara y George. Serán indiscutiblemente los protagonistas de esta novela, y la historia de amor entre Sara y George nos dejará con los sentimientos a flor de piel. Ese primer amor, esa inocencia de un roce, de un beso, de no saber qué se siente, de tantas promesas... es sin duda la parte que más me ha gustado.

También nos va a influir mucho la parte referente a la II Guerra Mundial, con más de una escena se me han puesto los pelos de punta. Los distintos puntos de vista, de cómo lo vivió cada uno en función de su situación o su nacionalidad, nos hace reflexionar sobre ello. No era fácil para unas niñas que no sabían qué pasaba, afrontar una guerra. Pero tampoco era fácil para los adultos, cuestionados por su nacionalidad, o teniendo que huir de su ciudad por su religión.

María Reig ha construido unos personajes muy reales y con los que congeniamos desde la primera página. Todos tienen algo especial, todos tienen una personalidad diferente y muy marcada, sobre todo en las niñas, que le da más potencia a la historia.

La historia está narrada en todo momento a dos voces. Por un lado, tenemos a Charlotte, que nos va desgranando lo ocurrido aquel curso en el internado; y por otro lado, tenemos a Caroline Eccleston, en un Oxford de 1970, que decide investigar el porqué del cierre del St. Ursula después del curso 1939-1940.

Caroline es otro personaje con mucho carácter y que no se deja amilanar fácilmente. A pesar de los secretos que una ya mayor Charlotte intenta ocultar, y de los anónimos que recibe, ella insiste en averiguar lo ocurrido aquel año que todo el mundo parece querer olvidar.

Ese secreto, que parece que no va a salir a la luz nunca, se va desgranando poco a poco en las reuniones de Caroline con Charlotte. Esa intriga nos hace no soltar el libro, y elucubrar lo que ha podido pasar.

El final de la historia me ha dejado con la miel en los labios. Siendo sincera, me ha faltado un pequeño "epílogo", con un final redondo que todos pensábamos que iba a ocurrir por el camino que tomaba la historia. No obstante, ese final, dejando a nuestra imaginación la posible hipótesis, hace que le demos varios finales posibles, y que, si comentamos el libro con alguien, nos dé margen a hablar y desarrollar la historia más allá de las palabras de María Reig.

"Una promesa de juventud" es una novela que nos va a hacer soñar, sufrir y reír. Sus 735 páginas se van a quedar cortas. Y sin duda, María Reig es toda una promesa en el mundo de la escritura.

Vane Gómez