Una casa para el abuelo

Opinión:

He puesto los tres premios que se ha llevado "Una casa para el abuelo" porque es importante para entender lo que os quiero contar. Leí este álbum ilustrado hace ya tiempo. Me quedé a cuadros. Yo también habría premiado esas ilustraciones, me parecieron fantásticas, llenas de fantasía, imaginación, muy creativas. Isidro Ferrer utiliza el método collage y en una misma página puedes ver dibujo e imagen fotográfica así como un montaje para crear algo o un personaje con distintas "cosas" unidas entre sí para darle forma. Sí, yo también hubiera premiado esas páginas. Pero la historia es otra cosa. Para mí no era complicado entender que el abuelo había muerto, de hecho me parecieron fantásticas esas ideas sueltas que una mente despierta -o quizás adulta- entiende y disfruta, pero el final es de esos que te dejan fría. ¿Y…? ¿Por qué termina así, sin decir nada? Bien, pensé que quizás lo estaba mirando con los ojos de un adulto y esto tenía que pasar por el filtro de otros ojos más jóvenes, y un tiempo más tarde se lo pasé a mi hijo de diecisiete años. El resultado fue el mismo. Le pasó como a mí.

Finalmente anoche le di el cuento a mi hija de ocho años y le pedí que me contara qué tal. Me dijo que ya se lo había leído pero que no lo entendía. Ni fu ni fa. No le llamó la atención y lo lanzó a la cama de su hermana. Ella ni siquiera se paró a disfrutar de las imágenes, no lo entendió y eso era lo que le valía (o dejaba de valer). Mi hija es una gran lectora así que me quedé un poco desconcertada.

En la imagen -extraída del blog de la editorial- puede verse una muestra de la maravillosa idea de collage de Isidro Ferrer 

Deduzco que esos premios que le dieron los ganó porque generalmente somos adultos quienes premiamos aquello que creemos que lo merece, pero son todos premios de ilustración. Y eso también lo dice todo. Casi diría que por muy infantil que se suponga que es (está indicado para niños a partir de 4 años en el blog de la editorial), éste es un libro para los adultos a los que nos gusta especialmente la ilustración (tampoco os extrañe, somos muchos los "mayores" que nos quedamos con libros ilustrados para niños porque, como este, son sobresalientes), pero del final mejor nos olvidamos, porque no se trata de echarle imaginación, es que, simplemente, no existe.

Anika Lillo