Un amor de otra época

Opinión:

Una romanticona historia de dos jóvenes de hoy en día que transcurre en un curioso escenario: Watermill, un pueblo temático ambientado en el S. XIX como atracción turística al que llega con un trabajo temporal de figurante Valentina, una joven española, soñadora, a la que le gustaba leer poesía, estudiante de teatro quien, con un visado de 6 meses, viaja a EEUU animada por una amiga americana que conoció en España con la idea de encontrar alguna oportunidad de convertirse en actriz allí.

Los comienzos siempre son difíciles en cualquier sitio, al menos que se vean suavizados por el anhelo de encontrarse cada día con el chico más guapo de todo el parque, y ese es Jonathan, "el chico del parking", quién resultará ser el heredero del imperio. La química surgirá entre ellos desde el primer momento en que se toparon en una situación "peculiar", y más para ella, que nunca había experimentado eso de las mariposas en el estómago. Darán comienzo a un sensual juego de nombres, escondites en armarios y situaciones que no harán otra cosa que llenarla la cabeza de "pájaros". Él la atraía con una fuerza que no había sentido por nadie, pero quizá le ocurre lo mismo que a todas, pues raro sería que ella fuera la única y, aunque parecía ser correspondida, pronto se daría cuenta de que jugaban en ligas distintas. Y que el parque temático no era tan romántico como se hacía mostrar a sus visitantes. Tendrá que lidiar con tramas de celos, traiciones familiares que pondrán en peligro el parque y hasta un pasadizo secreto que responde a una trama histórica.

Se producirá en ella un choque, que tendrá que conciliar, entre el mundo real el cual empezaría a resultarle demasiado invasivo (la tecnología del S. XXI, coches, las luces de la ciudad, etc.), el apartamento en el que vivía en Worcester, una ciudad sucia y con altos índices de criminalidad, sus aspiraciones, porque si ella quería ser actriz desde luego estaba en el sitio equivocado, y Watermill que, después de pasar todo el día inmersa en su ambientación del S. XIX, se estaba convirtiendo en su paraíso dada la vida anodina que llevaba; el encanto se iría apoderando de ella y los amigos que estaba haciendo allí los sentía más que los amigos que había dejado en España. Pero, todo esto la estaba llevando a renunciar los planes con los que había llegado y se producirá un nuevo choque en ella a resolver. Todo ello la enseñará a ser la protagonista de su propia historia, no una figurante como buscaba y como se había sentido siempre.

Una trama sencilla, "melosa", donde el lector paseará por Watermill como si fuera un visitante más; será fácil que nos teletransportemos a una historia de amor moderna en contraposición al singular escenario en el que tiene lugar. Como curiosidad, está inspirado en Old Sturbridge Village, un pueblo de época, real, que existe en Massachusetts.

Belén Flores