Tras la verdad

Opinión:

"Tras la verdad" es la nueva novela de Gabriel Urza, que imparte clases en la Universidad Estatal de Portland (Oregón) y continúa ejerciendo como abogado defensor penalista. Ha sido publicada en España por la editorial RBA Libros en un volumen de tapa blanda.

Antes de nada y para situar en contexto, cabe señalar que la figura de defensor público es el equivalente estadounidense de la nuestra de abogado de oficio, puesto que defienden (con más o menos acierto y dedicación) a aquellas personas acusadas de un delito que no pueden sufragarse un abogado privado de pago. Tal vez se diferencie, aunque no lo sé seguro, en que allí forman parte de una institución pública, de donde perciben directamente sus ingresos y que también les proporciona el despacho y los recursos necesarios para ejercer su cometido; mientras que aquí reciben unos honorarios, según el baremo que se haya estipulado, por parte de la Comunidad Autónoma correspondiente, teniendo que aportar despacho propio.

La narración es en primera persona por parte del protagonista, que, en cada inicio de las partes en que está dividido el libro, presenta el funcionamiento de cada uno de os procesos en que se pueden dividir los juicios en Estados Unidos. Es una especie de introducción a su sistema judicial, de manera que el lector se vaya poniendo en situación.

Una vez pasadas esas páginas es cuando entra en materia y cuenta lo que ocurre, casi siempre en tiempo presente, en su devenir por los diferentes casos que tiene que defender y también las relaciones que entabla con el resto de personajes, desde su mentora, C. J. en todo momento hasta que a alguien se le escapa el nombre completo, al juez y el fiscal, a los casos de cuya sala ha sido asignado, además de otros que van saliendo or ahí. También estarán amistades y su familia en diversos momentos de la trama.

Más pronto que tarde, se empezarán a ver las componendas que se negocian en cada caso, a veces de una forma estrafalaria, por lo que no es de extrañar que se vaya haciendo un descreído de la justicia cada vez más. Es deprimente ver cómo se juegan años de cárcel como si fuesen cromos, siendo esa persona acusada una mera abstracción, un nombre que identifica el caso y nada más.

Mientras avanza la trama, hay situaciones del protagonista de sus primeros años como abogado, llegando hasta el momento presente en que ha recibido la carta del condenado, con la mayor parte de la atención puesta en los vericuetos de ese caso, que defiende con ardor en todo momento.

Tal como me ha parecido, "Tras la verdad" es una novela bastante interesante, que muchas veces pone de manifiesto los arreglos y manejos para llegar a un acuerdo judicial, sin que cuente mucho la persona acusada, consiguiendo una lectura atractiva, por más que muchas veces enerve el ánimo.

Selin