Sueño de una noche de teatro

Opinión:

Mónica Gutiérrez Artero, licenciada en Periodismo y en Historia, ha desarrollado su carrera profesional en el ámbito de la comunicación y la enseñanza. Escribe regularmente artículos en su blog Serendipia y se ha consolidado como la escritora icónica de la corriente "feel good"en el mundo literario contemporáneo. Una corriente que día a día gana más adeptos en el creciente grupo de lectores abocados a este tipo de obras.

La autora de novelas ampliamente conocidas como "Todos los veranos del mundo", "Un hotel en ninguna parte" o "La librería del señor Livingstone", presenta esta bella historia como gran ejemplo de su calidad literaria y desbordante imaginación.

Con la elegante, ligera, sencilla, dinámica, directa y pulcra pluma que la caracteriza, Mónica nos lleva en ésta, su más reciente novela, por el universo del teatro, rindiendo un homenaje muy especial al mayor dramaturgo de la lengua inglesa; William Shakespeare.

La mejor representante del feelgood vuelve para conmovernos con otra de sus maravillosas historias, de esas que, aunque sencillas no dejan de ser especiales y, que tal vez si reparáramos a observar nuestro alrededor podríamos llegar a encontrar en nuestro día a día.

Se trata de una historia muy bien estructurada, que mantiene un buen equilibrio entre la comedia, el romance y el drama en donde cada uno de sus personajes, no solo los principales, tienen una participación bien definida e importante en la historia. Todos ellos son personas peculiares que, a partir de sus diferentes características, forman un completo y diverso universo.

Así mismo, cada uno de ellos expone y profundiza en una circunstancia propia de la edad que representa. De ese modo se trata el tema de la madurez y el modo de enfrentarse a los primeros signos de vejez para la vida del espectáculo, las segundas oportunidades, la inexperiencia, la enfermedad, los malentendidos o la infidelidad, entre otros.

Escrita en tercera persona, la novela transcurre en veintiún capítulos que prácticamente se leen solos. Dichos capítulos son presentados mediante citas de "Macbeth", obra en torno a la que gira la trama, contextualizando y acercando al lector a la historia representada, relacionándolo a su vez con las tramas y el contenido de cada capítulo.

En cuanto a la ambientación, Mónica no deja de maravillarnos con esa luz poética que bien conocemos de sus novelas anteriores y, una vez más, nos deleita con sus etéreos paisajes empapándose bien de los ambientes para realizar especiales descripciones de múltiples localizaciones de las ciudades de Barcelona y Escocia. En ellas incluye curiosidades y datos del mundo artístico y menciona a famosos relacionados con esa tierra. Al mismo tiempo, realiza bucólicas descripciones de maravillosos paisajes que te transportan de inmediato al contexto y aporta los datos necesarios en relación a la historia de los lugares en que transcurre la acción.

La calidad narrativa que impregna la obra no decae en ningún momento atrapando al lector sin remedio. Con un manejo sublime y equilibrado de la narrativa y los diálogos, Mónica nos dirige por una historia engalanada con frases de las obras de Shakespeare ad hoc con las circunstancias.

Inspirada en Shakespeare, la autora no solo hace girar su novela en torno a Macbeth, sino que también toca varias de las obras del dramaturgo inglés.

Amenizada siempre con toques de humor y tintes poéticos, la autora indaga en el mundo de la dramaturgia permitiéndonos conocer de cerca sus entresijos.

Al igual que en sus obras anteriores, Mónica tiene el acierto de darle, por momentos, una primera voz a sus personajes de cuadro, dotándolos de vida y realismo. A partir de ahí nos cuentan historias verosímiles que rompen el molde de las novelas estúpidamente felices.

Sin duda alguna, "Sueño de una noche de teatro" es una novela ampliamente recomendable, cálida e hilarante que, con algún que otro giro inesperado hace las delicias del lector dirigiéndolo por una entrañable y reconfortante historia llena de aprendizajes.

Marisa Costa