Stranger Things 4. Campamento de ciencias

Opinión:

El volumen "Stranger Things. Campamento de ciencias" es una novela gráfica ochentera total, siguiendo la línea de los nostálgicos que amamos la serie. Aprovecha aquel verano en el que Dustin se echó novia en el nombrado campamento de ciencias, Suzie, para situarnos en un ambiente juvenil que rememora todas esas películas de terror tipo "Scream" o "Viernes 13".  Suzie, para quien no lo recuerde, es aquella chiquilla de coletas y gafas con quien cantó en una comunicación a distancia "Never Ending Story" (la canción icónica de "La Historia interminable"), una escena mítica de la tercera temporada.

Dustin es como lo recordamos, vivaracho y feliz. De hecho estar en un campamento de ciencias para él es como estar en el paraíso. Pronto se encuentra con abusones de su misma edad pero a Dustin se le ve rápido y espabilado. Tan rápido que se mete en un pequeño lío que tampoco le supone ningún problema, sino más bien un reto. Enfrentarse a los abusones y aceptar el reto (ser master de Dungeons and Dragons) lo hace popular y que Suzie, una chiquilla de gafas y coletas algo tímida, se fije en él.

El protagonismo, sin embargo, se reparte entre ellos y los monitores, que tienen que enfrentarse a la desaparición o deserción -pues dejan una nota- de algunas de las chicas tras enfrentarse a un asesino en serie que lleva una máscara de Einstein.

Dustin y sus amigos también participarán en este misterio donde nada es lo que parece.

La segunda novela gráfica se titula "La misión de Erica" y tiene como protagonista a la hermana de diez años de Lucas Sinclair. Es un relato bastante más cortito y del dibujo se ocupa Gabriella Antali, no demasiado acertada, todo se dicho de paso, porque ha imprimido en la línea ilustrativa su propio estilo, y esto hace que los personajes sean visualmente mucho menos reales y más difíciles de reconocer (aunque a su modo a Erica la clava). Si tengo que elegir me quedo con el ilustrador de "Campamento de ciencias". No obstante no se le puede reprochar que no haya expresado bien cada gesto, movimiento, ambiente o sensación porque ahí ha hecho un buen trabajo.

El tomo cuenta, también, con ilustraciones adicionales de artistas invitados y alguno de ellos es magnífico -por no decir que todos son buenos-.

Como de costumbre, una novela gráfica ideal para los amantes de la serie, con la suerte de que puede considerarse crossover porque por su final -nada escabroso y sencillo de comprender- y resolución feliz llega a cualquiera. No es que sea una novela gráfica de adultos, simplemente es que los adultos reconocemos los homenajes de la serie (y de los cómics) a la cultura de nuestra  época, y por ello suelo ponerlo en adultos, pero sin duda es muy juvenil.

Este volumen forma parte de la colección en tapa dura de la que Norma Editorial ha publicado ya 4 tomos, "El otro lado", "Seis", "Fuego" y este que nos ocupa, "Campamento de ciencias".

Anika Lillo