Roma. Historia del pensamiento

Opinión:

Este volumen, relativo a Roma, forma parte de un conjunto de libros sobre la historia del pensamiento en diversas partes del mundo. Allí donde se gestó una cultura, está Mosterín para contárnoslo de la manera más amena posible. Aunque, a veces, su lado científico le hace divagar por derroteros más espinosos para el resto de los lectores, pero incluso ahí nos lo hace menos complicado.

Porque nadie como Jesús Mosterín para llevarnos por el sinuoso camino del pensamiento, convirtiéndolo en un dulce paseo por el campo. Es que tiene la capacidad de hacer simple todo aquello que conlleva manejar mucha información; con citas bibliográficas justas, referencias a autores y obras - que está clarísimo que conoce perfectamente-, nada como pez en las profundas aguas del conocimiento.

Es muy grato leerle, te fascina con su lenguaje certero, sin dejar de ser científico. Lo hace fácil, divertido, incluso te impulsa a seguir investigando, porque te abre puertas -todas las que quieras-, pero a veces deja alguna entornada para que nos atrevamos a abrirla por nuestra cuenta (y riesgo).

En el caso de este libro, nos lleva de la mano por las calles de la bella Roma, en tiempos del Imperio, en tiempos de la República, conversamos con filósofos epicúreos, estoicos y de otras "denominaciones de origen" diversas, aprendemos muchos conceptos que surgen en esta época, sobre derecho, leyes. Aquí se forma una gran parte de la cultura europea, nos sienta sus bases, nos cuenta de sus raíces y vislumbra el desarrollo de sus ramas…

Mosterín es un gran autor, conversador nato, discurre con soltura por todos los temas que le apasionan, no se deja amilanar por nada, es un hombre con gran conocimiento -muchas veces recuerda a Carl Sagan por la forma de su discurso, su intensidad y pasión por lo que nos revela-, tiene un sello muy personal, sin embargo, que el ser muy empático con sus lectores y convertir cualquier tema árido en algo de fácil comprensión.

En un texto de poco más de doscientas veinte páginas nos revela siglos de cultura, siglos de conocimiento, de vidas y sobre todo, de pensamiento. Esto es algo que no hace cualquiera: tener la capacidad de sintetizar y hacer comprensible mucha información en textos breves, capítulos bien estructurados, concisos, con un lenguaje sencillo. Una joya, un breve paseo por la cultura romana, pero también el punto de partida para quienes deseen adentrarse en aguas más profundas.

Carol Inabé Barba