Vasili Grossman y el siglo soviético

Opinión:

Esta obra es una magnífica biografía de ese gran escritor que fue Vasili Grossman, pero a la vez es una demoledora crónica de la Rusia soviética, desde la afamada revolución hasta la revisión post-estalinista promovida por Krushev, con un corolario final dedicado a la Rusia actual que bebe en esas dudosas fuentes.

La autora no sólo ofrece una brillante crónica de la vida y obra de Grossman, autor de obras tan famosas como "Vida y Destino", sino que traza un impagable retrato del contexto histórico en el que se desenvuelve la vida de este gran literato. Porque no es posible entender su biografía y escritura alejados de ese siglo XX que zarandeó Rusia, sujeta a extremos radicales, violentos sucesos, guerras, persecuciones, purgas, hambrunas, racismo, holocausto, delirantes políticas, trágicas censuras, y la crudeza de las vilezas humanas sometidas al vaivén de una tiranía inmoral y sanguinaria, al mismo tiempo de extraordinarias proezas humanas en los frentes de batalla contra los nazis o en la heroica supervivencia cotidiana en el horror del gulag, las temibles prisiones siberianas.

Grossman, además de dotado de una extraordinaria calidad literaria, demostró una ética humana que le hace destacar sobre otros autores e intelectuales coetáneos, ofreciendo un ejemplo moral a pesar de las adversidades de una época tan turbulenta y peligrosa como la que le tocó vivir. Es sin duda uno de los grandes méritos de esta extraordinaria biografía, porque muestra ese hilo conductor que definió al personaje, esa valentía creativa que es expresión literaria de una época en la que esa osadía se solía pagar con la muerte o el destierro.

Ese valor que le asoma al precipicio cuando su obra sugiere un sutil paralelismo entre el holocausto y el gulag, entre el fascismo y el estalinismo, entre Hitler y Stalin, eso que él llama "la violencia perfecta", con el autoritarismo y el exterminio de millones de personas como un mismo reflejo en el espejo del terror institucional. Grossman denuncia ese terrible paralelismo, mientras defiende un mensaje moral que pretende humanizar las sociedades.

En uno de los pasajes más vibrantes de "Vida y destino", que la biógrafa recuerda oportunamente, Grossman describe que en la primera mitad del siglo XX se consiguieron grandes avances científicos que coincidieron con un exterminio de millones de personas basado en teorías sociales o raciales, que dan cuenta de las paradojas de una época definida por situaciones extremas, en la que los intentos moderados y respetuosos con la vida humana y la pluralidad de pensamiento fracasaban ante el ventajismo de la violencia política. Esa ventaja de los regímenes totalitarios gracias al uso de la violencia, que Grossman denomina una "potencia… infinitamente grande", con un arsenal tan brutal como la propaganda, el hambre, la muerte, la infamia, la persecución y el desarraigo.

Pero este ensayo también es de enorme interés para intentar desentrañar los misterios del "alma rusa" y una tradición de despotismos que alcanza el presente, que dan cuenta de una democracia actual fallida absolutamente lejana a los principios e ideas que vindicaba Grossman en sus libros. Unas obras que hablan de Rusia, de su Historia, de sus tradiciones y valores, de sus nostalgias, de sus trágicos errores, de sus protagonistas y de sus dudosos efectos en millones de personas, de sus proezas y al mismo tiempo de sus páginas más oscuras del pasado, que se precipitan sobre un presente con un escaso aprendizaje de su devenir histórico.

Tal vez eso explique, como apunta la autora de esta vibrante, exhaustiva, rigurosa, y a menudo emotiva biografía, que Grossman sea hoy impopular en Rusia, porque aún molesta de manera extraordinaria ese provocador paralelismo entre estalinismo y nazismo. Una turbadora manera de pensar que hace absolutamente imprescindible leer a Grossman, y también esta subyugante narración de su vida y obra. No se la pierdan, porque comprenderán mejor los vientos que corren ahora por la vieja Rusia.

Jorge Riet