Unas galletas de muerte

Opinión:

"Unas galletas de muerte" es una de las tres primeras novelas con las que la editorial Alma ha empezado su colección "Cozy Mystery", la cual se nutre de un estilo suave de novela negra. La presentación del libro de esta edición en español entra por los ojos con esa portada diseñada por Joy Laforme, que da buena idea de la historia que vendrá en su interior; completada por un par de etiquetas, como la que menciona, con un entrañable toque humorístico, que se trata de un "Asesinato recién horneado", y la añadida por la editorial sobre que es la segunda edición en 15 días.

Joanne Fluke es la autora de esta novela, en la que presenta a uno de sus personajes más representativos: Hannah Swensen, una repostera siempre dispuesta a regalar con sus elaboraciones personales de unas galletas deliciosas el paladar de los clientes que llenan a diario su local y, cuando toca, adaptadas para un evento concreto, donde serán degustadas con deleite por todos los participantes.

Esta es la primera novela de la serie protagonizada por Hannah Swensen, iniciada en el año 2001 y que, con la inminente publicación de otra más, estará compuesta, por el momento, de 33 entregas, todas con unos títulos sugerentes, que unen una extensa cantidad de especialidades reposteras con la palabra en inglés "Murder".

Esta primera entrega presenta cómo es la vida de Hannah Swensen, la protagonista y que mantiene el foco de la acción durante todo el tiempo, sean relaciones con familiares, clientes o vecinos de la población.

Amable con todo el mundo y siempre dispuesta a colaborar, casi pecaría de ingenua, si no fuese porque mantiene la mente calmada y se atiene a sus criterios personales en lo que hace o deja de hacer.

Desde el primer momento se implica en la investigación del asesinato de Ron, acuciada en parte porque se haya producido al lado de su negocio y también porque, en el momento de su muerte, estaba comiendo sus galletas, a las que era muy aficionado.

A partir de ahí, desfilará un bastante extenso reguero de sospechosos, porque, sin que haya un motivo claro para el asesinato, cualquiera podría haber sido. Poco a poco, Hannah los va descartando, pero siempre queda la duda de que se haya escapado algún detalle y se tenga que volver al principio, que algo de eso hay.

Mientras tanto, se pueden hacer algunas pausas en la lectura para echar un vistazo a las recetas de galletas que van apareciendo dentro del libro y que, de paso, ponen en situación, puesto que esas galletas también forman parte de la trama. Más adelante se podrán poner en práctica, si se busaca una en concreto, no hay problema ya que al principio del libro está el índice, con el número de la página donde está desarrollada cada una de las recetas.

Tal como me ha parecido, "Unas galletas de muerte" es una muy buena novela, con una trama ligera y bien desarrollada, una forma de hacer novela negra que se me antoja que podría llamar veraniega, porque resulta muy entretenida, además de que se puede poner en práctica sus sugerencias… ¡eh!, que me refiero a las galletas.

Selin