Una lección de amor

Opinión:

Suzanne Enoch nació y creció en el Sur de California, estudió Literatura Inglesa y es conocida por su prolífica carrera dedicada a la literatura romántica, la mayoría de ellas ambientadas en la regencia.
Varias de las obras de Enoch han alcanzado las listas de los libros más vendidos en Publishers Weekly o el USA Today.

En esta ocasión, Suzanne nos sorprende con una maravillosa, divertida y original trama en donde, por primera vez, la relación romántica queda apartada del foco para dar paso a una comedia de enredos con profundos valores subyacentes como son la familia o la amistad.

La pluma de la autora es ligera, amena, sensible y sobre todo divertida, lo que, aunado a su premisa, hace que las páginas vuelen.

Una de las características más destacables de la novela es la base en la que la autora sustenta su acción. Sus personajes no se reconocen por vivir una gran y profunda historia de amor, sino que inician con el tropo de amigos que, tras ocho años de matrimonio acordado, se redescubren a sí mismos y, como consecuencia, al otro a causa de una situación que les insta a colaborar juntos y buscar una solución por el bien común.

La ambientación en la que desarrolla la acción tiene un estilo muy costumbrista, la acción no es ligera y la problemática en cuestión no se resuelve hasta las últimas páginas, sin embargo, la sucesión consecutiva de momentos trepidantes, hilarantes, de tensión y alguno que otro de romance, hacen que se convierta en una grata lectura.

Si bien es cierto que la premisa de la que parte la novela es rocambolesca y muy representativa de la comedia de enredos, recoge un trasfondo mucho más profundo. El sentimiento de pertenencia, la necesidad de una familia, el amor filial y fraternal, las relaciones sociales, la diferencia de clases, la supervivencia y el valor de la confianza son algunas de las temáticas en las que la autora profundiza e invita a reflexionar.

Los personajes se encuentran bien desarrollados y tienen un importante trasfondo. Todos y cada uno de ellos, evolucionan a su manera, aprendiendo una gran lección que les cambia la vida.

La chispa sin duda la ponen los pequeños, los cuales se convierten en protagonistas indiscutibles de la acción. Es inevitable reír con sus ocurrencias y vicisitudes, a pesar de representar la pobreza, la desigualdad, el abandono e incluso el abuso. Ellos, con su inocencia y sus ganas de sobrevivir, despertarán la sensibilidad del lector.

Sin duda el libro tiene unos momentos más álgidos que otros, en torno a la mitad se vuelve algo monótono, pues cada situación se rige por el mismo patrón y, a pesar de que su desenlace es completamente predecible, el ritmo es óptimo y la lectura amena.

Si bien la novela presenta situaciones que hacen cuestionar la moralidad de sus personajes, "Una lección de amor" es una lectura ideal para desconectar y pasar un rato agradable.

Me ha parecido una lectura muy interesante, fresca, ágil y atractiva que me ha sorprendido por su peculiaridad, la cual difiere mucho del prototipo de novela romántica al que estoy acostumbrada a leer, puesto que el romance queda en un segundo plano para dar mayor relevancia a los enredos que los protagonistas deben solventar con ingenio y creatividad.

Una lectura muy recomendable para los lectores de romántica histórica que deseen leer algo diferente y original, o para aquellos que todavía no se han permitido dar sus primeros pasos en este tipo de lecturas.

Marisa Costa