Nunca fuimos más felices

Opinión:

Tras un proceso largo de creación literaria, por fin ha llegado a las librerías "Nunca fuimos más felices". Este libro constituye un canto y una oda al deporte más seguido del mundo: el fútbol. También constituye una declaración de amor de un escritor que siempre ha sido aficionado del Valencia CF y del fútbol en general, capaz de apartar el fanatismo y apostar por el valor del aficionado ilustrado, aquel capaz de tener unos ojos equitativos y de saber apreciar los clubes rivales y sus futbolistas.

Dividido en 4 partes, muy equivalentes a los de un partido de eliminatoria (calentamiento, primera parte, segunda parte y prórroga), la obra discurre en un río de filosofía y de ética donde el fútbol va más allá del puro deporte y representa valores y comportamientos del ser humano que se pueden extrapolar para la vida del día a día. Es un libro muy sugerente, que abre muchos debates y muchas preguntas vitales. Plantea cuestiones muy interesantes, ordinarias y habituales, cuestiones como la forma en cómo los padres miran a sus hijos, el prejuicio de que los futbolistas no leen, el trabajo en equipo, lo que es mejor o peor, etcétera. Mayúscula será la sorpresa del lector o lectora cuando se cerciore de que, realmente, la extrapolación es posible, y de que se pueden aprender muchas cosas a partir del fútbol. Carlos Marzal es un hombre muy observador, culto y entendido, con la capacidad necesaria para distanciarse y otear desde la distancia. Además, posee una gran imaginación, hábil para, incluso, elaborar un once titular de la Selección Española de escritores de la lengua española, justificándola de una forma coherente y lógica, a la vez graciosa.

Con el transcurso de la lectura, el libro puede resultar un tanto repetitivo y lento hacia la mitad del libro, con algunos temas que se repiten en más de una ocasión, como el tema del silencio en los estadios. Sin embargo, se trata de una lectura aconsejada para realizar a bocados, sin tener que leerlo de un tirón o seguidamente. De hecho, los capítulos, por lo general poco extensos, tratan sobre diferentes temas, con pequeñas lecciones u observaciones que pueden servir como consejos de oro. Por añadidura, desfilan muchos nombres de escritores o situaciones más que anecdóticas y muy valiosas. En ningún caso sigue un orden cronológico, sino que va dando saltos a momentos de su vida, a filosofías propias, a aficiones o a observaciones de su derredor con sus consiguientes conclusiones. Y todo ello en un vocabulario accesible, común, en oraciones poco enrevesadas o barrocas.

La prórroga contiene una especial dedicatoria a Antonio Cabrera, poeta gaditano que sufrió un accidente en casa del escritor que posteriormente propició su fallecimiento. Es un texto a corazón abierto donde por fin se atreve a hablar sobre el acontecimiento tras un largo periplo de silencio, abatido por un acaecimiento del que siempre se ha sentido en parte culpable. Pergeña una dedicatoria bonita y enternecedora, expresando tan realísticamente, que uno acaba por tomárselo como propio.

Carlos Marzal (Valencia, 1961) es uno de los poetas con más recorrido y nombre en la literatura española de los últimos treinta años. Ha sido profesor de literatura y crítico literario en el ABC Cultural. Ha sido galardonado con varios premios importantes, como Premio de la Crítica 2002,  Premio Nacional de Poesía 2002, por «Metales Pesados» o Premio  Loewe  por «Fuera de mí» en el 2003.

Cristià Serrano