MANIAC

Opinión:

"MANIAC" es la nueva obra de Benjamín Labatut, de quien leí hace tres años "Un verdor terrible", un estupendo ensayo sobre diferentes aspectos de la ciencia, en cuyos capítulos disertaba sobre cómo aparecieron y las historias humanas de quienes desarrollaron esos conceptos.

Esta de ahora tiene bastante de eso, aunque esta vez ha optado por presentar alguna de las partes de otra manera, que llega a sorprender en algunos momentos, aunque igualmente me ha parecido muy apropiada. Cabe añadir que Benjamín Labatut ha basculado entre los hechos conocidos y documentados y entre la novelización de algunos aspectos para conseguir que la aproximación a los personajes resulte más atractiva.

La primera parte, titulada "Paul o El descubrimiento de lo irracional", está dedicada al físico austriaco Paul Ehrenfest, en la que hace un repaso de su vida, incluyendo algunos episodios poco afortunados, y de las discusiones que se suscitaron en su época, en las que tuvo parte muy activa, sobre el camino a tomar: si mantener los postulados clásicos de la física o internarse en la incertidumbre e indeterminación de la física cuántica. Resulta interesante y prepara para la parte siguiente, que es grandiosa y por eso mismo me ha parecido algo más endeble.

Porque a continuación es donde está el meollo del libro, sin que la tercera y última desmerezca en absoluto, que también tiene un desarrollo muy atractivo.

A lo que iba, pronto llega la segunda parte, titulada "John o Los delirios de la razón", que está dedicada a John von Neumann, un extraordinario matemático húngaro. La semblanza del personaje está perfilada a partir de las impresiones y de los comentarios de sus coetáneos, tanto sus familiares directos, como otros muchos científicos muy prestigiosos.

Es un recorrido por lo que supuso para el avance de varias disciplinas científicas, con unas aportaciones de John von Neumann que marcaron asimismo la geopolítica de la época, pues tuvo una parte muy importante en el desarrollo de las bombas nucleares y en la teoría de juegos que marcó la Guerra Fría.

Las definiciones y las anécdotas que acompañan los comentarios de quienes le conocieron dan una idea de cómo debió ser y de cómo debió comportarse. Si ya en un examen de doctorado no había nada que preguntarle, imaginar que los científicos del Proyecto Manhattan preparaban sus pizarras con los problemas que no podían resolver para que lo hiciese John von Neumann en sus visitas a las instalaciones como consultor, resulta ya alucinante.

Entre medio está la máquina que da título al libro, MANIAC, un ordenador que para la época era superlativo y en cuya arquitectura intervino de manera fundamental, marcando lo que sería el futuro de la informática en las siguientes décadas.

Pero no era inteligencia artificial, todavía no, eso no llegó a conseguirlo, aunque estuvo muy cerca. Hablamos de los años 50, con unas máquinas tan limitadas que cualquier calculadora actual las supera.

Así entramos en la tercera parte, que se titula "Lee o Los delirios de la inteligencia artificial", donde se desarrolla una crónica de las competiciones entre humano y máquina en el juego de Go, con las historias de quienes participaron, a un lado y a otro del tablero.

Empiezan, por una parte Lee Sedol, en la parte humana de las partidas y maestro de Go 9º Dan, por otra, Demis Hassabis, creador del programa AlphaGo, el programa contra el que se enfrentó Lee Sedol. Además de las partidas en sí, lo que destaca, de lo que ocurrió allí, son, sobre todo, los movimientos extraños, improbables, lo que casi nadie haría, pero que allí se vieron, por una parte y por la otra.

En Deep Mind, la empresa de Demis Hassabis no se contentaron con eso y luego han producido AlphaZero, con un nivel enormemente superior a su predecesor. Aunque sólo juega a Go, ajedrez y shogi, personalmente voto porque se quede ahí, en juegos de tablero, sin que le den opciones de entrar en estrategias geopolíticas peligrosas, aunque la verdad es que no las tengo todas conmigo.

Tengo que decir que he disfrutado con la lectura de "MANIAC", una obra muy estimulante, que muestra los avances científicos con total sinceridad, dejando que sea el lector quien se pronuncie sobre lo que se ha hecho y también sobre las personas, entrando en las contradicciones de muchas situaciones y mostrando que el futuro está ahí, aunque no sabemos dónde nos llevará.

Selin