Madera quemada

Opinión:

"Madera quemada" se presenta como la sexta novela de Sarah Hall. Parte de su obra ha sido publicada por Alianza Editorial, como la novela "La frontera del lobo", que fue mi primer encuentro con la autora, "Madame Zero y la hermosa indiferencia", que consistía en una colección de relatos, y otra novela más, "Hijas del norte". Se da la casualidad que el orden de publicación en España ha sido inverso al original; eso ha cambiado ahora, pues esta de ahora fue publicada en 2021.

Volviendo a este libro, "Madera quemada" es una novela hecha de retazos, de los pensamientos de la protagonista, de sus vivencias, de sus fracasos, de sus relaciones, de su trabajo artístico y de las reacciones ante sus obras, loadas o vilipendiadas, pero presentes y con ánimo de perduración.

No hay capítulos, sólo hay párrafos. En sí tienden a una ligazón y muchas veces siguen una línea temporal, aunque sea algo difusa. Otras, en cambio, son saltos aquí y allá, como si los recuerdos aflorasen por su cuenta, tal como vienen.

Cuando empecé a leer la novela, me asaltó también la incertidumbre, no me quedaba claro de qué iba la historia. La protagonista, que se expresa en primera persona, empieza contando lo que le ocurre, al estilo habitual; pero, de pronto, se dirige a alguien, una persona concreta con la que entabla una conversación a una voz, recordándole lo que han pasado juntos durante todo ese tiempo.

Al principio es alguien anónimo, como si fuese una presencia evanescente que va tomando forma poco a poco, a medida que pasa el tiempo, hasta que, finalmente, es alguien concreto, con su propia identidad. Entre medio intercala su propia narración de lo que ocurre en algunos momentos, es esa vida en la que esa otra persona no estaba presente. O ya no estaba.

Esa es otra. La contraportada es poco explícita al respecto. La web de la editorial apenas aporta alguna palabra más. Si la primera menciona un encierro, la segunda añade que es un amor confinado. Tal cual. El resto deberá imaginárselo el lector mientras avanza por las páginas de la novela. Vale, sí, lo que hay ahí es la actualidad que todavía, y lo que nos queda, tenemos muy presente.

La única diferencia es que, además de alguna denominación diferente, esta historia es más trágica, mucho más. Hay momentos muy duros, tal vez demasiado para quienes hayan perdido a alguien. La autora no esconde nada de esas escenas, todo queda a la vista, descrito con tanta exquisitez como crudeza. La realidad descarnada duele.

Vale que "Madera quemada" me desconcertó un poco al principio, algo que enseguida dejé atrás mientras me metía de lleno en esa historia íntima, muy personal, que me atrapó en una lectura hipnótica.

Selin