El vestido blanco

Opinión:

Nathalie Léger siente una atracción constante por el poder del arte para sanar, para curar las heridas propias y de los demás. Ya pudimos disfrutar de ello en una entrega anterior de Sexto Piso (que también reseñé para este portal), "Vida de Barbara Loden".

En "El vestido blanco", Nathalie Léger desdobla una amalgama de tragedia y arte al explorar el fatídico viaje de la artista italiana Pippa Bacca, asesinada en 2008 cuando intentaba llevar un mensaje de paz a través de su viaje en autoestop de Milán a Jerusalén vistiendo un vestido de novia. Léger se sumerge con pericia de buena narradora en el dolor ajeno, tratando no solo de reconstruir la inmensidad de la tragedia sino también de explorar la imposibilidad de lo intentado. El mundo no tiene una solución fácil, independientemente de cuáles sean nuestras intenciones de inicio. En la narración se cuestiona de una forma interesante la capacidad del arte para otorgar justicia, más allá de su intención o sentido, explorando la lucha de Bacca y la incapacidad de redimir el sufrimiento del mundo a través de su viaje.

La historia de esta joven idealista y naíf despierta en la narradora un paralelismo con su propia vida, que incorporará a la novela: su madre le pide reparar su propia historia al relatar su matrimonio y exponer la injusticia de su divorcio. Abandonada por su esposo en los años setenta y forzada a una separación dolorosa que la culpabilizaba de una manera abusiva, la madre insta a su hija a escribir sobre el fracaso, el abandono y la injusticia. La narradora se enfrenta al desafío de utilizar las palabras para reparar una herida profunda, preguntándose si, al igual que la artista italiana, la expresión externa puede redimir el sufrimiento humano. El relato de la italiana se entrelaza por tanto con la figura materna de Léger, agregando capas de complejidad personales y externas al enfrentar el dolor y la impotencia. A través de un diálogo entre la artista y su madre, se profundiza en las vidas de mujeres que sufren, conectando sus historias y destacando la incapacidad de la sociedad para ofrecer verdadera justicia.

Léger teje una narrativa conmovedora al abordar la feminidad, la pérdida y la búsqueda infructuosa de la redención. Utiliza la travesía de Bacca como un espejo para reflexionar sobre la maternidad, el sufrimiento femenino o la incapacidad de restaurar la integridad humana a través del arte y las acciones individuales.

Esta obra trasciende la simple reconstrucción de un suceso, convirtiéndose en una exploración sobre la vulnerabilidad humana, la incapacidad de reparación y la trascendencia del sufrimiento a través de generaciones sucesivas.

Rafael Ruiz Pleguezuelos