El asesinato del Señor Wickham

Opinión:

"El asesinato del Señor Wickham", de Claudia Grey, es una novela que combina personajes conocidos y queridos de Jane Austen con un toque de misterio al estilo de Ágatha Christie.

El resultado es una lectura entretenida, con un misterio de corte clásico, donde la intriga se mantiene a lo largo de la novela y prima la necesidad de encontrar al asesino.

La trama comienza cuando el matrimonio Knightley decide celebrar una fiesta en su casa. Acuden parientes y amistades que esperan pasar un mes de entretenimiento y descanso, pero todo se complica cuando un invitado no deseado se presenta, el Señor Wickham.

Este hombre se ha granjeado un gran número de enemigos debido a sus turbios negocios; muchos de sus invitados han sido estafados por él, por lo que su presencia en la casa no hace sino aumentar el malestar de todos ellos.

Todo se complica aún más cuando aparece el cadáver de este sujeto. Cualquiera de los presentes en la casa ha podido matarlo, por lo que casi todos se convierten en sospechosos. Tan solo pueden asegurar su inocencia Juliet Tilney, una joven muy despierta y algo intrépida, y Jonathan Darcy, un joven un tanto peculiar y un poco estirado.

Estos dos personajes serán los encargados de llevar la investigación no oficial del suceso, y no pararán hasta averiguar la verdad.

Lo cierto es que el inicio de la novela es un tanto lento, pero es algo comprensible, ya que la autora nos mete en contexto y nos presenta a los personajes, que son bastantes. Cuando se produce el asesinato que da lugar al inicio de la investigación, gana algo de ritmo, pero sin llegar a abandonar esa cadencia pausada tan típica de los misterios clásicos.

A medida que avanza la investigación, notaremos el acercamiento de los jóvenes que, fascinados por desvelar el misterio, se olvidan del decoro y las formas, lo cual resulta refrescante.

Personalmente, lo mejor de la novela han sido estos dos personajes. Juliet, avispada y curiosa, no se detiene ante nada, a pesar de las consecuencias que puede tener su comportamiento. Jonathan, tan estirado al principio, nos sorprenderá. La caracterización de este personaje me ha gustado mucho, ya que en este tipo de novelas no suelen destacar personajes no neurotípicos, con lo que hoy denominaríamos rasgos del espectro autista: problemas para socializar, extrema sensibilidad, estereotipias o comportamientos raros… La combinación de estos dos personajes nos regala una pareja curiosa y muy resolutiva que será el motor de la historia.

Lamentablemente, en ocasiones la trama se me hizo demasiado lenta y tediosa, pues sentía que la investigación no avanzaba y los problemas matrimoniales de las parejas no me generaban el suficiente interés. Por suerte, hacia el final coge algo más de ritmo, llegando a un final que, aunque para mí resultó previsible, pues ya tenía en mente al asesino desde el principio, considero adecuado, con un pequeño giro que puede sorprender a algunos lectores.

En definitiva, una lectura que recomiendo a seguidores de Austen y a aquellos que disfruten con misterios sencillos y de corte más clásico.

Mónica CZ