Remake

Opinión:

Bruno Galindo logra escribir con autenticidad sobre la imitación cinematográfica. Compara cómo la realidad y el cine se reflejan y, a veces, se predicen entre sí. ¿Cómo es posible ser original copiando algo? En "Remake" Galindo demuestra que la vida copia al arte y el arte copia la vida en un ciclo creativo.

De la mano de un narrador al que desconocemos en todo momento sabremos de unos protagonistas sin nombre propio, los conoceremos por: el director, la representante, la joven actriz y el productor. El argumento de esta novela se basa en personajes inventados, aunque podrían ser cualquier actriz, representante, productor o director actuales. La tesis es sencilla de entender, ven el futuro tan desesperanzador a la vez que viven un presente tan angustioso, que desean regresar a la nostalgia del pasado. Eso mismo hacían los cuatro intrusos que recreaban su particular reinterpretación  de la famosa escena de la escalera Odessa, escena que, aunque coincide en el mismo plano, parecía proceder de dos mundos diferentes. Una representa el orden, la otra el caos.

Y es que en el pasado se encuentra lo peor, pero también lo mejor. Entre sueños a lo Twin Peaks o canciones que quedaron en el recuerdo (Forever Young de Alphaville) nos llevará a una fiesta-recreación cuyo anfitrión les pedirá que jueguen a ser versiones anteriores de sí mismos. Las emociones se vuelven intensas bajo la pluma de Bruno Galindo, personas que recrean pasajes de su vida, evadiéndose del presente. Hay una frase muy hermosa repitiéndola nuestro narrador en varios capítulos, creo que resume la esencia del total de la historia: "no queremos escribir nuestra historia, queremos reescribirla".

La novela profundiza en áreas que a menudo no han sido tocadas por escritores contemporáneos. Él expone cómo nuestra sociedad clama por un cambio, pero exige la realidad recreada cuando se le presenta una opción. Una cultura de obsolescencia, la historia está condenada a repetirse, como suelen decir. Galindo nos obliga afrontar la verdad: La historia se repite porque la exigimos. La cultura moderna se reduce a una especie de presentación mientras posamos con nuestras mascotas, nuestras comidas o nosotros mismos para capturar la imagen perfecta para compartir. Bruno expone esta mentalidad artificial en "Remake". Se forma una interesante cadena cuando lo fabricado se vuelve más real que la realidad, porque lo que somos siempre juega con ventaja sobre lo que fuimos. Nos recuerda que todo esto, sin quererlo, lo movemos nosotros mismos. ¿Quién no ha visto ese antes y después en las redes sociales de famosos? Antes una fotografía suya de joven y ahora otra en la actualidad.

Encontraremos también lo que el narrador llama hoja Excel donde va anotando sus mejores vivencias junto a lo más importante y destacado de los años 70, 80 y 90. Productor y director se juntarán para hacer su especial Remake.

Historia muy bien escrita, sin alterar lo que fue aquella época política y social de entonces. En su fondo, dura de leer, no se pasará por alto el mensaje que nos deja el autor: Volver al pasado es verte también en lo que eres ahora. Es triste asistir a los sueños que no se cumplieron.

Le pongo una puntuación alta, merece mucho la pena su lectura.

Violeta Lila