Pienso, luego existo: Lecciones de filosofía para niños curiosos

Opinión:

Taro Iwamura, profesor y vicerrector de la Universidad de Keisen y doctorado de filosofía en la Universidad de Keio, ha querido reunir grandes planteamientos filosóficos y enfocarlo a los más pequeños de un modo didáctico y divertido.

Publicado en 2018, "Pienso, luego existo. Lecciones de filosofía para niños curiosos" ha resultado un best seller en Japón, liderando las listas de los libros infantiles de no ficción desde entonces.  

Dividido en cinco bloques, el libro se enfoca en resolver cuestiones referidas a uno mismo, la amistad, el mal, el estilo de vida y aspectos generales los seres humanos, Iwamura trata de acercar a los niños a la filosofía desde edades tempranas para darles la oportunidad y permitirles desarrollar una capacidad reflexiva propia sobre aquello que los rodea al mismo tiempo que se crean una capacidad crítica para juzgar y determinar el sentido y significado de las cosas, haciendo con esto un asentamiento de las bases para convertirlos en personas sensibles e introducirlas a la realidad del entorno adulto.

El libro da inicio con una presentación de ocho filósofos importantes en la historia ordenados de forma cronológica. El autor da pequeñas pinceladas sobre su biografía y las aportaciones que su corriente filosófica han aportado al mundo. Así mismo, esta exposición ejerce de índice al señalar las deducciones de estos autores que podemos encontrar a lo largo de las páginas.

Cada dilema o cuestión que se trabaja lleva consecutivamente una respuesta apoyada por la premisa de un filósofo. Dicha premisa es desarrollada de forma simple en unos breves párrafos que tratan de sustentar y dar valor a la respuesta primaria.

La narración tiene un vocabulario sencillo y directo. La forma en que Iwamura tiene de realizar su disertación es accesible y de fácil comprensión, ya que no se deja llevar por la retorcida retórica por la que se distingue la filosofía, sino que reduce la idea, la simplifica y la muestra.

El tipo de dilemas que se tratan son preguntas cotidianas que nos hacemos en algún momento de la vida del tipo; ¿qué hay después de la muerte?, ¿por qué tengo que estudiar?, ¿por qué no encajo con los demás? o ¿por qué hay que respetar las normas? Todas abarcan los ámbitos más imprescindibles de todo ser humano como es su relación consigo mismo, con el medio y con los demás.

Aunque va dirigido a niños, no es de extrañar que los adultos nos sintamos tentados a leerlo y descubrir respuestas a preguntas a las que nunca le habíamos dado un sentido o ni siquiera nos habíamos llegado a plantear anteriormente. Si bien es cierto que la información aportada se puede quedar algo escasa, no es lo es tanto la bibliografía incorporada de cada autor que el lector puede consultar y ampliar por sí mismo.

Al finalizar cada sección, Iwamura incluye una reflexión propia sobre aspectos relativos a nuestro día, comportamientos o percepciones que todos compartimos. Estas reflexiones te hacen detenerte por unos instantes para replantear su contenido.

Las ilustraciones que acompañan a cada uno de los textos han sido realizadas por ChinoA y nos muestra a unos animales, que serán nuestros compañeros, en divertidas viñetas que ejemplifican con sus acciones lo que la premisa trata de transmitir. La estética en general es bastante sencilla, limpia y colorida, lo que ayuda a iluminar y hacer más atractiva la edición.

Personalmente considero que el libro nos ofrece una oportunidad como educadores de ayudar a los niños a convertirse en personas más críticas, a reflexionar, a meditar y a no conformarse con lo que se les presenta asentando las bases de una personalidad y un carácter benevolente que dará sus frutos con el paso de los años. Del mismo modo, es una buena forma de iniciar a los pequeños a tratar de entender el mundo que los rodea, el yo interior, y las diversas maneras de expresarnos y relacionarnos con el exterior.

Por ello creo que es una lectura necesaria en cualquier biblioteca y lo recomiendo abiertamente.

Marisa Costa