Pequeñas bestias

Opinión:

Creo que me he enamorado del humor de Daniel Galantz, al menos con este libro. "Pequeñas bestias" es el único cómic que ha conseguido arrancarme bastantes carcajadas inesperadas en las que me he visto observada por quienes estaban cerca de mí (por ejemplo en el patio del colegio esperando a que saliera mi hija) ¡pero qué gusto reírse así, a carcajada limpia! Son muchos los comics de humor que he leído y con prácticamente todos suelo reírme -aunque la mayoría de las ocasiones son sonrisas-, pero por primera vez me he reído muchas veces. Eso diferencia los comics leídos hasta ahora de "Pequeñas bestias", al menos para mí.

Curiosamente, a pesar de lo dicho, ha habido algunas ocasiones en que no he entendido su mensaje. No sé si es culpa mía o simplemente que Galantz ha visto en las relaciones "bichiles" cosas que no he visto yo. Tampoco me sorprendería lo segundo, el autor parece mucho más observador que yo.

No puedo decir que haya bichos favoritos porque en realidad yo detesto a los bichos -los sufro, especialmente sus picaduras, y algunos me asustan o me repelen- pero sí que me he partido de risa en particular con las ocurrencias de las lombrices (¡quién me lo iba a decir, con el asco que me dan!), con el cangrejo que quiere ser escorpión (y con el escorpión también, aunque salga poco), con la escena de la luciérnaga enfrascada (dios, aún me río cuando lo releo-reveo), las rápidas mantis religiosas -para todo-, pero sobre todo las lombrices, los gusanos. No son las que más salen en realidad, creo que ganan en aparición las hormigas -con escenas geniales también- pero sin duda han dado muchísimo juego en este volumen.

Y debo decir que agradezco enormemente a Daniel Galantz su dibujo. Al inicio advertía de mi animadversión hacia los bichos, pero sus dibujos han conseguido que sonría a los escarabajos que cantan a los Beatles, que me parta de risa con las lombrices, que sonría con los piojos ¡dios, creo que hasta me reí con ellos, con lo que los odio!, etc. Dibujos amables a la vista (la portada da buena muestra de ello) que, por otro lado, están realizados en blanco y negro, y que para mí no rozan la perfección: son perfectos.

Lo recomiendo muchísimo, encarecidamente, como queráis llamarlo, pero lo recomiendo para cualquiera que desee disfrutar leyendo y mirando… y REÍR.

Anika Lillo