Necesito un culo nuevo

Opinión:

Dawn McMillan, escritora de numerosos cuentos infantiles, inspira sus historias en sus propias anécdotas y descabelladas ideas creando álbumes únicos. Este es el caso de "Necesito un culo nuevo", una delirante comedia que invita a los más pequeños a disfrutar y coger el gusto por la lectura.

A partir de frases sencillas, un texto breve y una letra de imprenta, Dawn nos adentra, en pocas páginas, en un desternillante universo en donde el verso y la rima consonante convierten la historia en un conjunto de palabras con una deleitosa musicalidad. Así mismo, en su narración utiliza numerosos recursos estilísticos, de los cuales se destaca la comparación, un recurso que permite desarrollar las habilidades no cognitivas, así como desarrollar el aprendizaje significativo, la imaginación y la ampliación de vocabulario, poniendo a su disposición una variedad de adjetivos al realizar similitudes entre los objetos.

El cuento, como tal, no tiene fines didácticos. Su único objetivo es provocar la risa de un público al cual la palabra "culo" y todo lo relacionado con ella, provoca emoción, permitiéndole gozar de la narración al mismo tiempo que le acerca a una serie de ideas que versan en torno a ella a partir del juego de palabras y su semejanza visual.

Las ilustraciones son coloridas y brillantes y están compuestas por imágenes sencillas, fondos blancos y un enfoque minimalista. Son ideales para captar la atención de los más pequeños y fomentar la atención de los niños más mayores, dado que solo se incorporan los elementos relevantes y necesarios para transmitir la información del texto. 

Me parece una historia entretenida e interesante que puede resultar un recurso distendido y motivador en cualquier tipo de biblioteca infantil, ya que puede acercar a los niños a la literatura desde un enfoque más lúdico permitiendo trabajar vocabulario y el recurso estilístico de la comparación a través de una trama de la que se pueden sacar algunos valores, como puede ser normalizar y aceptar la diversidad física. 

Marisa Costa