Miro al cielo impotente

Opinión:

Un solo hecho puede generar distintas versiones e, incluso, distintas consecuencias y si no que se lo digan a Saito, protagonista, sin quererlo, de esta novela. ¿Por qué digo sin quererlo? porque dudo que a nadie le gustase protagonizar su historia. 

El hecho es que Saito, un adolescente que aún va al instituto, y Satomi, una mujer mayor que él y casada, mantienen, clandestinamente, relaciones sexuales disfrazados de los personajes favoritos de cómic de ella hasta que el marido de ella los descubre, momento a partir del cual sus vidas se comienzan a desmoronar.

Las versiones pertenecen a los dos protagonistas principales, los involucrados en el hecho, y al entorno más cercano de Saito: Nana, una amiga; Ryota, un amigo y Sensei, su madre. Cada una se expone en un capítulo distinto bajo la firma del personaje correspondiente a la par que se nos va desvelando la vida de cada uno de ellos. De este modo sabremos, por ejemplo, que Nana está enamorada de Saito, que Ryota vive solo con su abuela y que se tiene que ocupar de ella y que Sensei se separó de su marido y tuvo que buscarse la vida como pudo.

"Miro al cielo impotente" comienza pareciendo una simple novela erótica, pero no. El sexo es un tema importante en la trama, no obstante, tras los dos primeros capítulos, en los que se trata de forma abierta y explícita, va perdiendo protagonismo para cedérselo a la miseria y precariedad y, a la vez, a la esperanza que se pueden encontrar en los suburbios de las ciudades niponas y que viven sus protagonistas.

Sandra C. Jarén