Anika entre libros

Libros Recuerdo

Librosrecuerdo 

Espacio dedicado a la memoria del padre de la directora y creadora de Anikaentrelibros, Vicente Lillo, que un día me dijo "No esperes a ser adulta para leer, luego no tendrás tiempo, y la vista se te cansará pronto. Lee todo lo que puedas ahora. Mírame a mí, toda la vida esperando para leer, y ahora me canso y la vista no me acompaña". ¡Cuánta razón tenía! Gracias por el consejo, papá.

¿A qué recuerdan los libros?

Presentación

Vila -matasMe gustaría comenzar contándoos que la idea de este espacio se creó a partir de recibir la primera respuesta o colaboración por parte de quien, por agradecimiento, he convertido en el padrino de la sección, Enrique Vila-Matas. En principio la idea era escribir un artículo propio donde, con todo el rigor posible, pretendía hablaros de la importancia que tienen los libros no sólo por lo que son, si no también por lo que algunos de ellos traían a la memoria. En el artículo, además de mis propios recuerdos o vivencias, iba a incluir los de otras personas, y por ello recurrí a una serie de escritores, actores, directores, pintores, incluso algunos colaboradores míos, etc... No esperaba tanta participación, fue una sorpresa, y más aún que algunos de ellos fueran tan amables de no dedicarme sólo cuatro líneas si no entregarse a estos textos sin una medida concreta. Es por ello que cuando Enrique Vila-Matas, el mismo día que le envié la petición, me envió su propio texto y lo leí, quedé tan asombrada por su generosidad que decidí que el artículo iba a convertirse en una sección. Ayudó a esta decisión, además, el comprobar que eran tantos los amigos que habían participado que sería muy pretencioso meter en mi propio artículo sus vivencias. Todos y cada uno de los Libros-Recuerdo eran importantes por si mismos, y por eso "mi" artículo se convirtió en los "libros-recuerdos" de los que aquí han participado. Muchas gracias a todos, de corazón, pues esta sección se estrena en el mes de Abril, cuando celebro mi cumpleaños, de modo que ellos, sin saberlo, han participado en un regalo que me ha hecho mucha ilusión.

 

ARTÍCULO de ANIKA

¿A qué recuerdan los libros?

Varias son las imágenes que, a lo largo de mi vida, vienen a mi cabeza cuando trato de recordar de dónde me viene esta pasión por la escritura y la lectura. En casa es fácil que alguien comente que cuando éramos pequeñas, sentados a la mesa para comer, la única que no probaba bocado era yo, dado que al lado del plato tenía una libreta donde escribía, un libro que leía o, incluso, una máquina de escribir a la que me entregaba más que a mi propia comida. A partir de ahí, o incluso antes, comenzó también no sólo una pasión si no casi una obsesión por leer, aprender, disfrutar, vivir con los libros y sentirme rodeada de ellos. Y algunos de estos terminaron siendo indispensables en mi vida, así como vivos recuerdos de mis propias experiencias.

Recuerdo libros que me traen a la memoria la época en la que al salir del colegio entraba al kiosko de mi padre (también librería) y en vez de dedicarme a los deberes me entregaba al trabajo propio del establecimiento, pero no me quedaba sólo en el "cara al público", me apasionaba, además, encargarme de los paquetes que traían las distribuidoras, pues así yo era la primera en tocar y curiosear los libros, fascículos y revistas que llegaban aquella semana. No obstante aquellos no eran libros excesivamente importantes por su contenido o por las vivencias, pues se trata de una época completa, de vivencias generales, y eran demasiados además (recuerdo ahora mismo "El Anticristo" de Nietzsche, "La casa de los espíritus" de Isabel Allende ¡e incluso una biografía no autorizada de Julio Iglesias que había escrito su mayordomo!). Hubo otros más importantes porque aquellos recuerdos traían, además, sentimientos.

Hubo uno en particular especialmente importante para mí. "Lolita", de Vladimir Nabokov. Recuerdo que estaba en el ambulatorio y que mi padre, al ser yo menor de edad, me acompañaba en esa ocasión. A mi mente llegan imágenes, que de vez en cuando veía de soslayo, en las que los otros pacientes y sus acompañantes me miraban asombrados y admirados. Era jovencita, y el libro que tenía en mis manos no era precisamente infantil, ni siquiera juvenil, pero yo

papalo leía absorta (excepto cuando el megáfono daba el nombre del siguiente paciente para entrar a la consulta). Y allí estaba mi padre, sonriendo, orgulloso de ver a su hija leer un libro mientras un montón de pares de ojos me observaban a mí con curiosidad. Y de esa forma "Lolita" se convirtió en una imagen de mi padre cuando aún estaba vivo, acompañándome al médico, orgulloso de su hija, e incluso cómplice de la cría a la que todos miraban porque él, cuando yo tenía catorce años, me había regalado unas plantillas de imprenta para que hiciese fichas de los libros que había leído. ¡Y qué poco importaba que mis primeras fichas fueran entonces tan esqueléticas! Él, Vicente Lillo Moner, es la imagen que llega a mi cabeza cuando veo mi edición de "Lolita", quien construyó la primera "Anika Entre Libros" en papeles fotocopiados a base de plantillas, aquel hombre que tan pocas veces me acompañaba, pero que con tanto orgullo y amor me miraba cuando aún no se había ido para no volver jamás. ¿Puede ser un libro tan sólo un libro? Como veis, un libro puede ser también una parte significativa de tu vida. ¿Tienes tú el tuyo? Piensa en ello...

a continuación... están publicados en el orden en que llegaron sus textos

Mis invitados y sus libros recuerdo

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