Love Song

Opinión:

«El rey regresa a casa disfrazado de mendigo para saber cuánto le quieren sus súbditos». Con estas palabras, Eileen explica mordazmente la última ocurrencia de su pareja sentimental, Jim: tras años de éxito en la industria musical, sugiere la posibilidad de tomarse un verano de descanso para regresar a sus años de juventud, cuando los días podían resumirse en un explosivo cóctel de sexo, alcohol, drogas y mucha música. Jim les propone a Eileen y a su amigo Cowbow, también músico de éxito, abandonar temporalmente su fama y emprender una gira anónima por campings y locales de ocio a lo largo de la costa mediterránea española, entre la Costa Brava y las playas de Cádiz. Para cumplir este sueño, que es al mismo tiempo una regresión al pasado y una mirada hacia sus futuras carreras musicales, necesitan muy poco: acuden a una nueva agencia de representación para que organice el recorrido y los distintos bolos, y contratan a Sandino (pronto rebautizado como Polidori), que será el irremplazable chófer de su Camper California.

A la idea de Jim se le suma muy pronto una propuesta maliciosa de Eileen: durante ese verano, los tres miembros de la banda y su chófer van a vivir como en 1985, en el apogeo de su juventud y de sus años más alocados. Sin móviles, sin fama, con la impulsividad propia de la juventud y, más importante, escuchando y tocando únicamente la música que fue compuesta en aquel año. "Lucky Guy" de Ryan Simmons, los Dexys Midnight Runners, "The Whole of the Moon" de The Waterboys, "Rid of Me" de PJ Harvey, "Rain" de los Beatles, "Raspberry Beret" de Prince & The Revolution o "Broken Wings" de Mr. Mister son algunas de las canciones que, a lo largo de la narración, nos transportan a ese mítico 1985 que los protagonistas tratan de invocar. Mediante estas canciones y el estilo de vida itinerante y festivo que adoptan los tres músicos, el año de 1985 deja de ser una mera fecha y, conforme avanzan las páginas, se va revistiendo con todo tipo de matices, hasta convertirse en una especie de refugio para quienes rehúyen del presente.

No en vano, y pese a que la música es la columna central que sustenta toda la ficción de "Love Song", hay también varias subtramas de temática emotiva que contribuyen a hacer avanzar la historia. Los problemas motrices de Eileen y su reticencia a acudir a un médico; los celos que siente Jim cuando presencia la complicidad que comparten su mujer y Cowboy; la mala relación que este último mantiene con su padre, Centauro, y su habitual búsqueda de consuelo en el sexo. Los problemas a los que se enfrentan los tres protagonistas los convierten en personajes mucho más reales, y hacen de esta novela musical (en forma de 'roadtrip', como tantas otras) una ficción de gran valor en el panorama literario hispánico. En cualquier caso, es el chófer, Polidori, el personaje más literario de todos; pero no es casualidad que lo sea, pues Sandino (con este nombre se nos presenta al principio de la novela) procede de "Taxi", la anterior ficción de Carlos Zanón.

Fiel a su estilo y a ese género americano, tan propio de cierta generación, que cruza las dinámicas narrativas del western con las escenas propias de la contracultura contemporánea, Carlos Zanón ha construido en "Love Song" una historia de gran profundidad emocional, pero sin dejar atrás los caprichos de un imaginario curtido en el cine y en la música. 

Darío Luque