Los lobos del centeno

Opinión:

Nes

En fin, pues con estos mimbres tenemos que facer el capazo...

Dice la tradición popular, y a mí no me preguntéis de dónde por que nunca me he sentido de ninguna parte, que para que el Diablo entre en tu morada, primero tienes que invitarlo a entrar, eso sí, hay que cuidarse mucho de hacerlo, porque una vez dentro, difícil será que consigas echarlo; y así con esta premisa de sobra conocida por el populacho, me he visto con un libro entre las manos que al abrirlo, me ha dado la sensación de que lo que estaba haciendo era precisamente eso, invitar a mi casa a quien no debía... ya hace tiempo, no recuerdo cuánto, que no recibía ese tipo de visitas en la oscuridad de la noche. Recuerdo cuando, tumbado en mi cama de adolescente, leía los libros del maestro S. King, que hacían de mis noches en vela, largos recorridos de "aventuras" un tanto extrañas, nada que ver con lo que leían los niños por esa época... pues bien, como decía, hacía mucho tiempo que había practicado el exorcismo a estos viejos fantasmas de mi almohada hasta que me he vuelto a encontrar con ellos, con otros nombres, porque el diablo, para despistar siempre cambia de careta: Meigas, Trasgos, Bruxos, estos entre otros han sido esta vez...

"Los lobos del centeno" es la opera prima de Francisco Narla, orgulloso gallego que ha decidido y esto lo supongo, aunar sus dos grandes pasiones en este su primer libro, su Galicia Natal y la Novela de Terror; libro por otro lado muy bien escrito, algo pasado en sus descripciones y algo pesado en sus formas, no aptas para todo tipo de lector, si no más bien para el que gusta de formas exquisitas en demasía y palabros dignos de ser buscados en el diccionario... de papel claro que a San Google, mejor lo dejamos para otros menesteres menos románticos...

Dicho esto y para no alejarme de lo que me ocupa, que es el comentar un Libro, y sí, lo pongo con mayúsculas porque lo merece, diré que el abuso descriptivo del que hace gala el escritor a mí me ha permitido también disfrutar leyendo situaciones escritas y descritas con verdadera maestría, que en esas ocasiones, no por exceso se hacen pesadas si no al contrario, sírvame como ejemplo el amor que siente el protagonista por su mujer, contado de tal manera y con tal número de detalles que te hace estremecer más de una vez a lo largo de la lectura. Por lo tanto nos encontramos con dos caras opuestas de una misma moneda, situaciones que por exceso se hacen pesadas, pero otras, que también por lo mismo, son maravillosas; se nota que a nuestro escritor le gusta escribir y le gusta gustarse escribiendo, cualidad que con el paso del tiempo puede convertirle en un gran novelista, porque maneras y técnica le sobran e imaginación ya ni os comento...

Y hablando de imaginación, voy a terminar hablando del argumento e intentando no desvelar con ello la trama; novela que por su fondo, más que por su forma, algo exagerada como ya hemos comentado, se hace fácil de leer, un libro que te transporta a la Galicia hermética, a esa que poca gente tiene el privilegio de conocer y que no ha envejecido con el paso de las décadas, libro ambientado a principios de los años 20 del siglo pasado, pero que bien pudiera haber transcurrido hace 200 años.

Una obra con querencia a convertirse en una novela de culto que cambiando matices bien podría ser un bestseller... Argumento algo entreverado y deshilado en pequeños momentos, pero que en conjunto te conduce sin demasiados problemas por su trama.

Ahora sí, ya para terminar, como os decía al principio, cuando empecé a leer el libro tuve la sensación de que volvía a abrirle la puerta al diablo para que se colase en mis noches de lectura, esa sensación que solo se consigue cuando alguien te conduce a ello: esto es lo mejor que puedo decir de esta lectura, que no es poco, y espero que una vez abierta la puerta para que entre, con la ayuda de Francisco Narla y sus próximas novelas, se quede a mi lado, por lo menos las noches en que me apetezca viajar como antaño, por caminos que solo puedes transitar de la mano de Meigas, en las que por supuesto no creo, pero que "haberlas hailas"...

Rafael Gil

"Los lobos del centeno" ha sido un grato descubrimiento, un sorprendente descubrimiento.

"Los lobos del centeno" es un libro de una calidad magistral, algo poco habitual en los últimos tiempos en la literatura española, el argumento es trepidante, original, francamente interesante y completo.

Cierto es que tiene defectos, algo espeso por momentos, pero dado que es la primera novela del autor no puedo más que augurarle, desearle, y esperar no equivocarme, por el bien de los lectores, un brillante futuro.

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