Los espías de Suárez

Opinión:

El libro comienza con el "BOLETÍN DE SITUACIÓN,- NÚM 216 (PERÍODO DEL 9 AL 15 DE JUNIO DE 1977)" y fue el último elaborado por el SECED, coincidiendo con las primeras elecciones generales. De esos 216 documentos, han desaparecido más de los cien primeros.

Un primer folio de color verde, a modo de sumario, se grapaba a diferentes páginas escritas a máquina y, en teoría, se entregaba al presidente del gobierno, aunque en la práctica también llegaba a El Pardo o La Zarzuela y a algunos ministros.

Los espías del SECED contaban con una extensa red de contactos e informadores, más allá de sus agentes. Los había infiltrados, por supuesto; pero también pagados, los que actuaban por ideología o a cambio de favores, los que recababan datos mientras almorzaban... Formaron una amplia tela de araña que cubría muchos sectores y espiaba a miles de personas. Terroristas, periodistas, dirigentes de partidos políticos o sindicatos (ilegales durante la dictadura), civiles, curas "rojos", la propia Iglesia, trabajadores de izquierdas, manifestantes, escritores, actores... eran objetivos a investigar y la base para redactar esos informes de situación, en los que también había un análisis de las tensiones sociales o la repercusión que determinadas acciones tenían entre los ciudadanos. Y los agentes no se limitaban solo a mostrar el pulso de la población y marcar un esquema del país sino que, en determinados casos, apuntaban direcciones a seguir, pronosticaban resultados e incluso criticaban algunas decisiones.

Me ha parecido muy destacable el episodio de la entrada en España de Santiago Carrillo y la legalización del PCE, enemigo público número uno durante la Dictadura. Pero lo más interesante del ensayo es ver cómo se produce la transición, incluido el papel del ejército, los "tira y afloja" de unos y otros... Y cómo los mismos hombres que espiaron para Franco lo hicieron para el rey y Adolfo Suárez. 

Ernesto Villar ha escrito un interesante ensayo, bastante original porque parte del punto de vista de los espías y de esos boletines. Es un trabajo histórico algo diferente que permite apreciar el cambio político semana tras semana y de forma puntual. Cuenta además con abundante información y muestra las luces, sombras, acuerdos, cesiones, chantajes... que formaron parte del día a día de la Transición.

Extractos de algunos informes se han transcrito y el autor los analiza y amplía. También incluye entrevistas o conversaciones, especialmente con el director del SECED, Andrés Cassinello, que explica cómo sus agentes supieron adaptarse y ponerse al mando del rey tras la muerte de Franco. 

Estoy segura de que con este ensayo disfrutarán los historiadores y personas especialmente interesadas en esa época complicada y convulsa que llevó a España de una Dictadura de cuarenta años a una Democracia parlamentaria. No me cabe duda de que los estudiosos del tema analizarán con ganas esos fragmentos transcritos de boletines y hasta las fotos de documentos escaneados que incorpora el autor.

Dicho lo anterior, y aunque la calidad de la obra es indiscutible y ofrece abundante información, "Los espías de Suárez" no es, en mi opinión, un libro para un amplio abanico de lectores, especialmente si se quiere ir rápidamente al contenido. Más bien, como he apuntado, serán los historiadores y estudiosos de la etapa política en cuestión los que obtendrán mayor partido y lo valorarán mejor. 

Ernesto Villar escribe con una prosa asequible e incorpora anécdotas y extractos de conversaciones que enriquecen mucho el ensayo, ciertamente, pero los que no busquen el detalle y quieran ir deprisa verán que la obra se ralentiza. Con más de doscientos partidos políticos legalizados en un primer momento, es fácil perderse en esa sopa de siglas. También hay saltos cronológicos que obligan a estar muy atento para situarse. Y los fragmentos de boletines resultan farragosos por su propia condición de informes. Esa redacción no admite florituras y leerlos es un ejercicio monótono, a menos que se esté habituado y exista un especial interés por el documento histórico de primera mano. 

Pilar López Bernués