Los claustros

Opinión:

"Los claustros" es la primera novela de Katy Hays y es también una de las primeras publicaciones del sello editorial Letras de plata, englobado dentro del grupo Urano.

La autora ha hilvanado aquí una historia compleja, llena de enigmas, sobre la cual el lector tendrá que decidir con qué se queda, cuáles serán sus consideraciones sobre lo que haya ocurrido en realidad, puesto que todo se queda entre sombras y suposiciones.

Tal vez, en otro tipo de historia, eso sería dejar sueltos los cabos de la intriga, sin resolver nada, dejando todo a medias. No obstante, en esta novela hay un elemento muy importante y que modifica el escenario desarrollado: el tarot.

Sí, el tarot, junto con las correspondientes tiradas de cartas que se van haciendo a lo largo de la narración, muestran atisbos del desarrollo de los acontecimientos, pero siempre de una manera un tanto abstracta. Ofrecen posibilidades, muchas, incluso demasiadas, para que quien ejerza de oráculo dé unas respuestas a las preguntas formuladas.

Pero lo de menos es que esas respuestas sean casi siempre ambiguas, además de influenciadas, tanto por las preguntas realizadas, como por los propios subconscientes y las expectativas de ambas personas participantes.

Ahí está una de las claves de la trama que ha desarrollado Katy Hays en su novela, ya que sus protagonistas tienden a apoyarse en esas respuestas, por más que sean imprecisas, para justificarse, aduciendo que, hagan lo que hagan, sus vidas están en manos de un destino del que no pueden escapar.

En la portada hay una frase muy llamativa: "Si las cartas predijeran tu muerte… ¿querrías saberlo?". Claro que tampoco es que el personaje necesite saberlo; la predicción estará ahí igualmente, acechando a esa víctima propiciatoria.

Y para quien quiera aventurarse, al final del libro se recoge una especie de guía para leer el tarot, que recoge los significados, tanto los arcanos mayores como los menores, de las cartas que apareciesen en una tirada.

La narración sigue la figura de Ann, que cuenta en primera persona ciertos aspectos de lo que va ocurriendo, tanto en lo que se refiere a la investigación académica como a lo que pasa fuera de las paredes de Los Claustros. Aun así, no lo cuenta todo, dejando caer de vez en cuando detalles confusos, que podrían sugerir determinadas situaciones, pero sin que llegue a confirmar nada.

De esa manera se llega a un desenlace, un tanto abrupto, aunque coherente con lo ocurrido hasta el momento, que dejará al lector pensativo sobre todo lo que ha leído y lo que se haya podido imaginar entre líneas, que habrá tenido entre sus manos una novela tan intrigante como sugerente.

Selin