Los bienaventurados

Opinión:

Obra escrita hacia el final de ese largo exilio que sufrió la gran filósofa andaluza María Zambrano (1904-1991), y publicada en 1979, "Los bienaventurados" se ocupa de algunos de los temas recurrentes de su legado: dotar a la filosofía de más aire, normalmente desde la propia experiencia o la literatura, particularmente la poesía. También de los riesgos de hacer una filosofía puramente academicista, despegada por tanto del verdadero pulso de la vida.

Los bienaventurados que dan título al libro son esos seres auténticamente libres porque conocen, porque saben abstraerse, tienen la percepción gloriosa del que está apartado del ruido. También son aquellos que se mantienen fieles a unos ideales, que para Zambrano constituyen el único valor de una persona. Cuanto tienes dentro te define y crea. Por lo que leemos en la válida introducción a cargo de Rosa Mascarell, el texto lo comienza a planear tras la muerte de su hermana Araceli en 1972, momento en el que empieza a definir lo que llamará cuerpo glorioso, aquel que ha abandonado el mundo y existe como idea, en un distanciamiento del cuerpo que supone una plenitud no habitual. En la escritura de este texto la autora consigue incluso cierta separación sobre ella misma, como si su prosa hubiese alcanzado algún despegue frente a textos más pedestres.

Particularmente interesantes resultan los acercamientos a la noción de exilio, relacionado con el desterrado, el fugado, el individuo que huye. En el tercer bloque, llamado simplemente El exiliado, María Zambrano sugiere que hay cierta revelación en la condición de exiliado. Describe los pasos que se acometen cuando uno se exilia, y de qué manera afecta a la forma de ver el mundo y la percepción que los demás llegan a tener de ti.

Pieza filosófica sumamente refinada, para paladares selectos y lectura de disfrute.

Rafael Ruiz Pleguezuelos