Lluvia fina

Opinión:

Precisamente cuando se cumplen treinta años del debut literario de Luis Landero, es decir, de la publicación de "Juegos de la edad tardía", el autor pacense nos ofrece una nueva novela de ficción familiar, como las que viene escribiendo en los últimos años (ejemplos de ello son "El guitarrista" o "La vida negociable"). En este caso, Landero centra todos sus esfuerzos narrativos en reunir de forma caótica -como la vida misma- y enrevesada las conversaciones que los distintos miembros de una familia tienen con Aurora a raíz de la propuesta de su marido, Gabriel, de celebrar en familia el octogésimo cumpleaños de su madre. Todo bien hasta aquí. Pero Aurora, como el resto de familiares, conoce las repercusiones que esa reunión puede tener: entre unos y otros existe una tensión fruto del rencor y el resentimiento, una tensión que ya estalló años atrás y que podría volver a escindir a la familia.

"Lluvia fina", la nueva novela del aclamado Luis Landero, penetra hondamente en la psicología familiar e individual para ofrecernos la pintura, borrosa en algunos momentos, de una familia desestructurada desde sus cimientos. Los recuerdos de Sonia, Andrea y Gabriel, los tres hermanos, se van filtrando en sus respectivas conversaciones con Aurora, de forma que podemos ir conociendo el pasado, la lenta construcción de sus desdichas, desde diversas perspectivas que no siempre coinciden. De la misma manera se nos ofrecen los personajes: cada uno retrata de forma distinta a sus allegados, de modo que al final del libro todo lo que tenemos los lectores es un conjunto de suposiciones, la suma de distintas realidades subjetivas, pero nunca la verdad.

Mediante esta maravillosa técnica que mezcla diálogo y relativismo, Landero nos ofrece la historia de una familia que ya nace entre narraciones: Andrea recuerda cómo su padre disfrutaba contándoles historias de un antepasado, el gran Pentapolín -quienes conozcan a fondo el Quijote entenderán la referencia-, bajo la mirada desaprobadora de la madre. Precisamente con su madre es con quien Andrea jamás supo congeniar: considera ella que su vida siempre ha sido un desastre porque la madre le ha ofrecido todas las oportunidades a su hermana Sonia (como la herencia de su mercería) y a su hermano Gabriel (como la carrera universitaria), mientras que ella siempre recibió reticencias a su intención de ser artista y cantante. La disputa de Andrea se extiende también a Sonia, pues esta segunda fue la destinada a casarse con Horacio, el pretendiente que su madre le buscó expresamente, pero con quien ella nunca fue feliz. En cambio, Andrea fantaseaba una y otra vez con Horacio como su príncipe azul.

Las distintas conversaciones orales que van configurando la narración de "Lluvia fina" se superponen en el tiempo e incluso en su espacio narrativo, de forma que los mismos hechos son relatados una y otra vez en pocas páginas de maneras muy diversas. Luis Landero profundiza con exitosos resultados en la mente humana y logra definir en esta novela a una serie de personajes muy distintos, muy bien construidos, e incluso logra crear un mundo narrativo autónomo en el que los personajes con entidades por sí mismas. A ello se le suma el estilo de Landero, que en este caso se adapta a los usos conversacionales, pero sin perder su tono y su magistral dominio del lenguaje.

Alejada en temas y en motivos de aquel premiado proyecto que sería "Juegos de la edad tardía", la nueva novela de Luis Landero, "Lluvia fina", está a la altura de aquella ópera prima, pero en este caso con menos ambición literaria.

Darío Luque