Lealtades y traiciones

Opinión:

Hay editoriales valientes que arriesgan ofreciendo a los lectores voces poco conocidas. Es el caso de Acantilado, que nos permite conocer la obra del escritor yugoslavo Aleksandar Tišma y lo hace con esta novela titulada "Lealtades y traiciones". No es una lectura de masas sino minoritaria, más que nada por la forma de escribir que tiene su autor. La novela carece de diálogos y apenas hay pausas en los párrafos que componen cada capítulo. Aun así, vale mucho la pena leerla porque en ella el lector va a encontrar literatura de alta calidad. Para nada es una literatura comercial y se agradece.

Su protagonista, Sergije, comparte varias cosas con su autor. Ambos nacen en Novi Sad, una ciudad de la antigua Yugoslavia. También, los dos, sufrirán tanto la Segunda Guerra Mundial como sus consecuencias. Si no al cien por cien, en Sergije hay varios rasgos de su autor, quien lo utiliza para alzar la voz y mostrar una realidad. Esto no es descabellado. La novela la escribió en 1983 un momento en el que Yugoslavia seguía siendo un único país bajo el Régimen Comunista. Lo que Aleksandar Tišma narra es un reflejo de este periodo. Es Yugoslavia la protagonista, no Serbia.

Sergije es un hombre triste, deprimido y un tanto pesimista. Una personalidad que contagia al ambiente de la novela y hace que esta sea gris. Yo lo he visto comprensible teniendo en cuenta la coyuntura en la que se desarrolla. El país sufre durante la Segunda Guerra Mundial y con el Régimen Comunista, esta atmósfera taciturna se contagia a sus habitantes. Todo ello influye en la reacción del lector, quien no puede evitar sentir cierta lástima y pena por Sergije. Hay una especie de decadencia que envuelve a todos los personajes que me ha parecido muy buena. "Lealtades y traiciones" es una novela que no se queda en el papel sino que apunta directamente a los sentimientos y sensaciones del lector.

Aleksandar Tišma es un autor muy bueno con una literatura muy sutil y personal. No es un autor de acción sino de sentimientos, de sensaciones.  Su estilo es sobrio. Aquí no vas a encontrar palabras edulcoradas sino crudas. No esconde nada. "Lealtades y traiciones" debe leerse despacio, no solo por su estructura, sino más que nada por lo que nos transmite. Acantilado ha apostado por este autor y le ha salido bien la jugada. Se agradece mucho este tipo de literatura al margen de lo puramente comercial.

Ysabel M.