Las cartas de Esther

Opinión:

Son muchas las lecturas que se pueden extraer de esta novela que nos trae la editorial Contraluz: "Las cartas de Esther". Su autora es Cécile Pivot y es una delicia de lectura de principio a fin. Para todos aquellos que escriban aún cartas, o las hayan escrito como es mi caso, van a sentirse muy identificados con lo que narra esta novela, así como con sus personajes.

Aunque hay personajes de carne y hueso, creo que son las cartas, las palabras que hay en ellas escritas, las auténticas protagonistas. A Esther Urban, una librera francesa, se le ocurre un día la brillante idea de hacer un taller de escritura epistolar. Sus alumnos deberán intercambiarse cartas, ya sean manuscritas o correos electrónicos. Esther no esperaba que se apuntasen al curso gente tan diversa. Cada uno de sus alumnos lleva consigo una experiencia que, muchas veces, les está frenando. Las cartas serán un vehículo excelente no solo para superar estos problemas, sino para comunicarse, para hablar y expresarse. Sus alumnos, además, son de varias edades y lugares de Francia. Deberán intercambiarse cartas entre ellos.

Yo siempre he creído que las cartas, escribirlas, es la forma de escritura más íntima y esta novela lo demuestra. Cuando tú escribes una carta, dejas que salga todo lo que llevas dentro sin pararte a pensar si es bueno o malo, porque es sincero al cien por cien. A través de las cartas habla el verdadero yo. Así sucede con los alumnos de Esther y con ella misma, puesto que al final también va a participar de forma activa en el taller.

A uno de estos alumnos, Samuel, las cartas le servirán para abrirse, reconciliarse consigo mismo y comunicarse; a Juliette le servirán para reencontrarse consigo misma y superar su depresión post parto; para su marido Nicolas, será la forma de recuperarla y de entender qué le sucede. También hay un personaje muy lindo: Jeanne, una profesora de piano mayor, ella sirve un poco de punto de apoyo a los demás.

Ninguno de estos personajes es bueno o malo, son humanos. Por medio de sus cartas vamos conociéndolos, nos enteraremos de sus miedos, de sus sueños, de sus fracasos, de sus sentimientos. Son cartas muy humanas. A veces, las novelas epistolares frenan lecturas porque se cree que van a ser monótonas o carentes de emoción y acción, no es el caso de esta. A mí me ha parecido una lectura muy hermosa e inspiradora. La he terminado con ganas de llevar a cabo un taller similar.

"Las cartas de Esther" es una novela de sentimientos, de sensaciones, de dolores y recuperaciones. Una novela que atrapa al lector desde la primera palabra hasta la última.

A mí me ha gustado muchísimo, por eso la recomiendo. Es la primera que se publica de Cécile Pivot y espero que no sea la última, pues ha sido una autora que me ha gustado mucho como escribe. Tiene un estilo narrativo directo y emocional.

Ysabel M.