La última sonrisa en Sunder City (Los archivos de Fetch Phillips 1)

Opinión:

"La última sonrisa en Sunder City 1. Los archivos de Fetch Phillips", es la ganadora del Premio Booknest de novela fantástica.

Esta es una historia oscura, cuya fuerza narrativa radica en la asombrosa imaginación del autor, que nos enseña un mundo post-apocalíptico donde ya no hay magia, la humanidad la destruyó.

La construcción de la novela se sigue en dos líneas de tiempo, el presente, moviéndose en torno a la actual investigación de nuestro protagonista, el detective Fetch Phillips, mientras se intercala en secuencias del pasado. Contada en primera persona por el propio investigador, usando una voz sincera y cínica, hará de guía para nosotros. Tal vez algunos encontréis el trasfondo del personaje demasiado conocido, perdedor, alcohólico, con tendencias suicidas, arrastrando pecados, demonios internos que no logra curar... sí, es verdad que contiene todos los clichés del investigador de novela negra, pero a mí no me importa, amo a estos detectives y más cuando se usan bien dentro de historia, haciéndola más grande y poderosa, aquí ocurrió.

Fantasía urbana negra donde el punto realmente fuerte de esta novela es la creación del continente de Archetellos y de una ciudad que se construyó sobre un enorme pozo de fuego subterráneo. A ojos del lector se presentará sumamente vívida y real, hay una serie de estructuras narrativas que se sientan en unas muy fuertes bases ambientales que facilitan el diálogo entre la obra y quien se sumerge en ella. El fluir de los acontecimientos es muy natural, la lectura es ágil, adictiva infinitamente satisfactoria. La escritura mana por la mente como terciopelo húmedo... exuberante y rica, atrapando al lector, reteniéndolo. La última sonrisa en Sunder City no es solo una fantasía urbana de ritmo rápido con una trama emocionante de un minuto, es más profundo que eso, las palabras te llevan al nivel molecular. El elenco de personajes es inolvidable.

Con un humor amargo sabremos que ese lugar hace siete años era un mundo repleto de seres mágicos, vampiros, hadas, enanos, ogros, hombres lobos, gigantes, dragones, magos, gremlins, sirenas… conoceremos la historia de alguno de ellos. Los humanos les envidiaban, ansiaban tener sus poderes y crearon aquello que con el tiempo sería conocido por cataclismo Coda.

Este libro se encuentra escrito con la maestría de quien sabe aunar una gran lírica poética junto a una dinámica más rústica, presentándonos en un entorno fantástico el drama de un hombre que siente remordimientos y culpa ajena, pero quizás aún esté a tiempo de encontrar ese resquicio que le permita experimentar la redención a pesar de unas circunstancias que lo muestran derrotado. Todavía no se rindió a sus propios demonios. En su esperanza en cierta forma encontramos la nuestra.

Leeréis una prosa brillante con un humor vívido e impregnada de un fondo melancólico. Es un libro sobre la esperanza, o más específicamente, el destello de la esperanza. De alguna manera amigable y accesible, mientras que al mismo tiempo expresa una pérdida total. La escritura de Arnold sangra en cada página con pasión e ingenio. Lo que es el corazón del libro trata del misterio de un profesor vampiro desaparecido y al detective uniendo piezas de un rompecabezas a la vez que nos narra mediante monólogos propios sobre este mundo destrozado, también por medio de las interacciones que él tuvo en su momento con esas criaturas mágicas. Su misión parece sencilla, nada más lejos de la realidad, a cada paso que dé se verá envuelto en engaños y corrupción.

Una ciudad peligrosa repleta de odio y violencia, aunque todavía quedan buenas gentes como ese grupo religioso de monjes alados. Apenas encontrará el lector escenas de acción y las que hay son bastante pobres, no es algo que critique, al revés, Luke Arnold demostró que sin acción una historia puede perfectamente ser interesante. Eso sí, prepararos para ese final con un toque de terror y fantasía, dejándole al lector un poco de esperanza.

Todavía tiembla este libro en mis manos. Esperar el siguiente es ya una alegría más en mi vida.

Violeta Lila