La traición del halcón

Opinión:

"La traición del halcón" es la segunda novela de Margaret Owen y forma junto con "La misericordia del cuervo" una duología (si no es que aparece, con el tiempo, algún tipo de continuación que obligue a modificar el concepto) con una trama que sigue una misma línea temporal entre ambas entregas, por lo que es recomendable leerla en orden para comprender todos los aspectos de la historia de Fie, de sus compañeros de aventura y de sus antagonistas, que también tienen una parte importante en el desarrollo de los acontecimientos.

Igualmente, por si acaso es el primer contacto con estas novelas, incluyo algunas descripciones del entorno en que se mueven, que se trata de la nación de Sabor, donde conviven gentes que están repartidas en doce castas diferentes, que, a su vez, forman unos estamentos dentro de la sociedad de acuerdo a las habilidades o características que les sean propias, que se unirán a su don respectivo de nacimiento, menos los Cuervos que no tienen ninguno.

Respecto de las castas, hay una gobernante, Fénix; las denominadas espléndidas, Pavo Real, Cisne y Tórtola; cazadoras, que son Halcón, Grulla, Búho y Buitre; comunes, como Gaviota, Paloma y Gorrión; y Cuervos, que son tratados, cuando las cosas van bien, como parias por todas las demás castas; ya que si vienen mal dadas, su propia vida corre peligro.

Pero, aun siendo los Cuervos víctimas propiciatorias para cualquier desmán, siguen siendo necesarios, al menos por el momento, pues son los únicos inmunes a la plaga que diezma la población, lo que les permite medrar, a la vez que su protagonismo en la historia muestra las desigualdades y carencias de una sociedad tan hipócrita como clasista, que los repudia a la vez que recurre a su servicio cada vez que alguien es afectado por la plaga, lo que significa la muerte sin remedio, aunque los Cuervos pueden aligerar el sufrimiento con una eutanasia compasiva. Tanto por esa acción como por llevarse lejos el difunto son pagados, a veces, no siempre, con víveres y suministros, aunque el pago también puede ser en dientes, que los brujos Cuervo, Fie lo es, utilizan extrayendo el don original, por su pertenencia a una casta, del difunto.

Si en la entrega anterior, además de la presentación de los principales personajes, tocaba buscar refugio donde estar a salvo de la persecución de la reina Rushana, en esta no es que haya mejorado mucho el ambiente, pues las conspiraciones están a la orden del día y Fie vuelve a encontrarse sola ante sus enemigos, más todavía que antes pues esa traición que tanto llama la atención en el título, sobre todo si se ha leído la primera entrega, le romperá el alma.

Aun así o por eso mismo, que al final ambas opciones son posibles, Fie seguirá con su propósito inicial y luchará contra cualquier impedimento, para lo que contará con una colaboración inesperada que le permitirá salir medianamente compuesta de unas cuantas situaciones embarazosas, además de su querida gata Barf, al menos a ratos, que también le puede traer algún problema con su presencia en momentos inoportunos.

También tiene encomendada otra misión, que se desvela durante la trama, así que no mencionaré nada que dé pistas, y que atañe a la casta de los Cuervos, tanto en su futuro como en su situación dentro de la sociedad de Sabor.

Si la primera entrega ya me sedujo con una historia muy atractiva, ahora con "La traición del halcón" he disfrutado de una trama que arrastra la imaginación a un mundo lleno de intrigas y con una fantasía exuberante que es una gozada recorrer junto a unos protagonistas con los que vivir unas aventuras tan entretenidas como sugerentes.

Selin