Anika entre libros

La noche que a Eddie Felson le rompieron los dedos

Ficha realizada por: Darío Luque
La noche que a Eddie Felson le rompieron los dedos

Título: La noche que a Eddie Felson le rompieron los dedos
Título Original: (La noche que a Eddie Felson le rompieron los dedos, 2024)
Autor: Sandro Luna
Editorial: Menoscuarto
Colección: Cálamo Poesía


Copyright:

© 2024, Sandro Luna
© 2024, Menoscuarto Ediciones

Edición: 1ª Edición: Enero 2024
ISBN: 9788419964083
Tapa: Blanda
Etiquetas: autobiográfica cine versos poesía cultura pop música libros premiados literatura española poesía española sentido de la vida
Nº de páginas: 87

Argumento:

Sin abandonar del todo las formas y los tonos ensayados en obras anteriores, como "Eva tendiendo la ropa" (Pre-Textos, 2015), "Casa sin lugar" (Canto y cuento, 2018) y "El monstruo de las galletas" (Hiperión, 2020), Sandro Luna explora en "La noche que a Eddie Felson le rompieron los dedos" nuevos senderos para su obra poética. La música y el cine, así como las vivencias más personales del autor, son en esta ocasión la fuente de inspiración para abordar la cotidianeidad con una mirada poética que revela lo que a menudo pasa desapercibido en la rutina diaria. Motivos tan connotados como la enfermedad o la memoria son evocados por el poeta catalán con hondura y belleza, siempre al amparo del arte más universal.

Galardonado con el VII Premio Internacional de Poesía Jorge Manrique, este poemario se sirve del buscavidas Eddie Felson, el jugador de billar que Paul Newman evocó en "El buscavidas", para ofrecer una sincera y profunda metáfora sobre el sentido de la existencia.

 

Opinión:

 

"Los cuerpos que se abrazan son chasquidos / de bolas de billar que se golpean. / Y es difícil amar, porque nos duele. / Igual que las personas, / igual que los chasquidos / de esas bolas / aparecen algunas / palabras en mi vida que no entiendo. / Pero yo las repito en mi cabeza, / yo repito esos nombres / igual que si rezara. / ¿Qué es la dignidad? / Y empiezo a comprender al escribir: / tengo los dedos rotos".

Escribir con los dedos rotos: con esa potente imagen se cierra el poema "La noche que a Eddie Felson le rompieron los dedos", que da título al poemario ganador del VII Premio Internacional de Poesía Jorge Manrique. Luis Alberto de Cuenca, miembro de un jurado compuesto también por Elena Medel, César Augusto Ayuso, Carlos F. Aganzo, Martín López Vega, Pedro Flores y Sergio García Zamora, remarcó en el momento del premio la inusitada originalidad de Sandro Luna al evocar la figura casi mítica, sin duda ya convertida en un icono pop, de Eddie Felson, el jugador de billar norteamericano que Paul Newman encarnó en dos películas: "El buscavidas" y "El color del dinero".

Quienes hayan visto la primera de estas películas recordarán el encuentro entre Eddie Felson y Sarah Packard en una vieja estación de autobuses, a partir del cual Sandro Luna escribe el poema "A doble o nada", donde se leen los versos siguientes: "Yo sé que el corazón / contiene la certeza que aniquila / con su golpe de fe / el mundo y sus preguntas". Pero no solo de referencias cinematográficas se nutren estos versos; sin ir más lejos, este poema se abre con un epígrafe de Jean Paul Sartre, de la misma manera que otros retoman las palabras de autores clásicos, como Horacio, o de referentes contemporáneos, como Amalia Bautista, Claudio Rodríguez, Francisco Brines o Jorge Luis Borges. No hay, sin embargo, una continuidad narrativa entre estos poemas, ni tampoco puede verse en ellos una recreación lírica del personaje cinematográfico al que refiere el título. Lo cierto es que los más de cincuenta poemas aquí reunidos, repartidos entre tres secciones ("No hay escapatoria", "La caja de Jem" y "Girasoles"), configuran más bien un recorrido emocional por situaciones y momentos cotidianos, algunos de los cuales parecen apuntar a la experiencia subjetiva del poema, mientras que otros, por la información proporcionada en los paratextos, confiesan su origen en escenas o motivos de películas, libros y canciones, como "Matar a un ruiseñor" de Harper Lee o "The Way Young Lovers Do", la mítica canción de Van Morrison.

Con un lenguaje sencillo y delicado, sin caer en los rasgos de la oralidad o del registro más coloquial, Sandro Luna aborda en estos poemas los distintos registros de la cotidianeidad con una mirada poética que revela lo que a menudo pasa desapercibido en la rutina diaria. Sería difícil describir el contenido de estos poemas, porque muchos de ellos se limitan a exponer las dudas existenciales del autor, o a retomar motivos de largo recorrido en la tradición poética, bien por su recurrencia en composiciones de tipo romántico o bien por su importancia entre los clásicos. De lo que no cabe duda es de que "La noche que a Eddie Felson le rompieron los dedos" incluye algunos de los mejores poemas de su autor, como los versos casi unamunianos de "Padre Nuestro" o los de tono existencial, a veces incluso reivindicativo, como "Girasoles" o "Contra la muerte". Unos y otros ofrecen una magnífica experiencia poética que dibuja nuevos horizontes en la obra poética de Sandro Luna.

 

Darío Luque

 

 

 

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