La isla de las mujeres

Opinión:

La novela es, sin duda, una crítica hacia cierto comportamiento machista en el que el hombre utiliza a las mujeres como trofeos, pero el autor se ha encargado de hacerla con chispa, con toques divertidos, introduciendo el humor en un drama. Casi parece una venganza escrita por una mujer. Ha habido un momento de la lectura que hasta me he reído en voz alta, cosa que no suele ocurrir generalmente.

Como mujer, tras ver cómo se aprovechaba de todas las féminas, me ha parecido genial que recibiera su merecido -no hablo de una paliza, no soy tan cruel-, o sea que le toca coger sí o sí el rol de mujer (cocina, recoge, cuida, haz esto, lo otro…) cuando él quiere ser el semental. De la lucha se encargan ellas.

Celeste no es tonto, lo hace por supervivencia, así que cuando descubre que las palabras de amor endulzan a estas mujeres, se hace con un paquete de cartas que hasta el momento despreciaba -cartas de soldados que le decían a sus chicas cuánto las querían y las echaban de menos de forma muy poética- . ¿Le saldrá bien? Eso se ve en la historia pero no os lo voy a contar.

Lo que está claro es que está deseando comportarse como el hombre que era y volver a usar a las mujeres como siempre lo hizo. Y que le sirvan, en vez de servir. La condición humana…

El final, cuando está en el hospital, es lo único que no me ha apasionado, no me ha parecido bien explicado, y eso ha hecho que lo haya terminado con un pelín de extrañeza porque la novela gráfica hasta ese momento estaba siempre clarísima. Yo, acostumbrada a leer rarezas y novelas híper complicadas por sus tramas con las que disfruto sobremanera, no tengo claro si lo ha soñado todo -por la mutilación y la presencia de los personajes-, o no, dado que finaliza con una escena de la isla que da a indicar que no ha sido así, que realmente ha ocurrido. Así que un sabor de boca extraño para el final aunque reconozco que me he divertido bastante leyendo la novela gráfica.

El cómic está diseñado en tapa enorme, tomo bien cosido y viñetas a color.

Anika Lillo