La invasión de las bolas peludas

Opinión:

¿Puede un libro de ciencia ficción constituir un buen análisis de la política norteamericana contemporánea y un repaso pormenorizado del populismo en EEUU? Si uno tiene en las manos "La invasión de las bolas peludas" (simplemente Invasion en inglés, un título bastante más discreto), la respuesta es sí.

La casualidad ha querido que en un breve lapso de tiempo haya leído dos obras que tratan la posibilidad de un contacto extraterrestre: "La voz del amo", de Stanislaw Lem, cuya reseña pueden encontrar en nuestro portal, y este que ahora comento. Lo curioso de la cuestión es que ambos textos de alguna forma se centran en un mismo terreno: las consecuencias políticas, éticas y hasta "prácticas" que un hecho de esta envergadura acarrearía en la civilización contemporánea, aunque naturalmente lo hacen viajando por caminos totalmente divergentes. Donde "La voz del amo" mantiene un tono ético, filosófico, profundísimo, interesado en la política desde una perspectiva que prácticamente podría considerarse ciencia política, "La invasión de las bolas peludas" se torna un texto gamberro, iconoclasta, político en la vertiente más callejera y de manifa, realizado por un escritor que ha decidido no tener pelos en la lengua y mostrarle al lector unas ideas revolucionarias anticapitalistas envueltas en una pequeña fábula de contacto extraterrestre.

Luke Rhinehart, quien por cierto ha vivido en España parte de su vida, ya triunfó en 1971 con una novela magnífica, "El hombre de los dados". De aquella obra retiene el concepto de sátira y humor ácido, además de una buena factura técnica y un sentido bien medido de la manera en que un lector puede/debe ser manipulado. Ello no evita que esta entrega - y ya sé que no está bien comparar-  no sea aquella. El texto es desigual a la hora de mantener la atención del lector, pues hay capítulos que recuerdan demasiado a otros capítulos, y además en ocasiones puede caer en lo panfletario, o más bien debería escribir que no tiene ningún problema en ello. Ello no evita que, en mi opinión, sea una recomendación clara.

Es un texto original, distinto, único, cuyo gamberrismo resulta un soplo de aire fresco en una atmósfera cultural tan tibia, medida y políticamente correcta como la que vivimos.

Parece ciencia ficción pero "La invasión de las bolas peludas" es, por encima de todo, un cuestionamiento al sistema capitalista, la sociedad de consumo y los partidos/lobbies que la mantienen. Mantiene una postura antirrepublicana tan clara que uno llega a admirar la manera en que Rhinehart comienza hablándote de alienígenas y acaba juzgando a los habitantes de la Casa Blanca.

De esta forma, el terreno verdadero de la novela es el de la política-ficción, cuando el lector llega a darse cuenta de que la invasión alienígena no es más que una excusa para que el narrador vierta sus ideas sobre el texto de la manera en que le interesa. El autor también parece creer en eso que a mí me gusta llamar la novela-artefacto, pues la narración no es un solo texto sino una recopilación de muchos. Está compuesto en su mayor parte de piezas que pueden ser consideradas narrativa de manera genuina, salpicadas por fragmentos de muy variadas fuentes: falsos informes policiales, conversaciones grabadas, aforismos y hasta un diccionario disparatado de términos relacionados con la política que es de lo más chistoso del libro. Este pulso sí lo gana Luke Rhinehart para la novela, pues todos los textos consiguen tener interés en sí mismos y ayudan a dar oxígeno a la historia.

Acudan a "La invasión de las bolas peludas" si buscan una diversión original, gamberra, realmente distinta, que cuestione nuestro sistema de vida de los pies a la cabeza. Si quieren leer una broma bastante seria sobre la necesidad de reventar el sistema para asegurar nuestra supervivencia en el planeta.

Rafael Ruiz Pleguezuelos