Himno

Opinión:

Esta escritora, una exiliada que huyó de la revolución rusa, propuso una obra literaria encadenada con el hilo conductor de una filosofía propia que esta intelectual denominó "objetivismo". Su idea era la de denunciar los modelos y sistemas políticos basados en una defensa de lo colectivo sobre lo individual, reivindicando una libertad del hombre contra los intentos de sojuzgarlo en nombre de un cuestionable interés general.

Esta novela es una de las primeras piedras (1938) en la producción intelectual de esta autora, cuya extraordinaria influencia atraviesa diferentes generaciones, hasta el punto de ser considerada no sólo una referencia en la ideología conservadora más alérgica a la intervención del Estado en la sociedad, sino también en los más importantes emprendedores tecnológicos de Silicon Valley, como Steve Jobs, que vieron en su teoría de la libertad frente a lo colectivo una inspiración, al interpretar que legitimaba su foco puesto en el usuario frente al control y supervisión de los Estados, en "espacios" tecnológicos autosuficientes.

Esta novela tiene un especial interés, porque Rand avanza su idea de una libertad individual que sólo es posible en comunidades autosuficientes lejos del Estado, que recuerda iniciativas como una sociedad organizada en torno a las comunidades de interés, promovida por Zuckerberg, el famoso fundador de Facebook.

Una idea de comunidad de personas autorregulada frente al Estado, claramente observable en muchas de las estrategias corporativas de los emprendedores más conocidos del creativo valle californiano, inspirados en esa idea de un individuo que se rebela contra la vida de esclavitud que le impone el Estado por un ineficaz bien común.

En la obra, el nacimiento, la educación, la disolución del núcleo familiar, el trabajo, la convivencia, la palabra, se ven regulados en esta novela por un Estado que justifica su vigilancia, control y extenso catálogo de prohibiciones, en una sociedad cuyo bien colectivo está por encima del individual, que obviamente fue inspirado a la autora por las proclamas y políticas de los radicales bolcheviques, que anteponían el éxito del Estado revolucionario a cualquier derecho o libertad individual.

Es obvia esa influencia en la vida y obra de esta exiliada, que toda su vida fue una feroz anticomunista y activa luchadora en defensa del individuo frente al Estado.

Pero a Ayn Rand, especialmente a su obra, hay que acercarse despojado de prejuicios ideológicos, no por su evidente influencia en los espacios políticos ideológicamente más conservadores, sino para entender cabalmente el alcance de su propuesta intelectual en los dirigentes de las grandes corporaciones tecnológicas globales, que ven en su pensamiento una inspiración legitimadora para su feroz escalada de tensión contra los Estados temerosos de perder su convencional poder.

Lo más sugerente de la obra de Rand, además de su ritmo narrativo muy secuencial y cinematográfico que facilita su lectura, es su idea de sociedad que se organiza en modelos alternativos a los Estados tradicionales, que además de agresivamente provocador, resulta intelectualmente interesante por su extraordinaria influencia en los últimos tiempos. No dejen de leer esta obra, porque además de gozar de una espléndida edición que además incluye el facsímil de esta novela, y de una novela distópica tan del gusto de los últimos tiempos, les permitirá entender algo mejor los términos profundos del debate económico-político contemporáneo.

Jorge Riet