Anika entre libros

Hermanas

Ficha realizada por: Patricia Rubiera
Hermanas

Título: Hermanas
Título Original: (The Behaviour of Moths, 2008)
Autor: Poppy Adams
Editorial: RBA
Colección: Narrativas


Copyright:

© Poppy Adams, 2008

© RBA, 2012

Traducción: Concha Cardeñoso Sáenz de Miera
Edición: 1ª Edición, Mayo 2012
ISBN: 9788490062746
Tapa: Blanda
Etiquetas: familia misterio gótico intriga literatura inglesa novela sagas familiares insectos secretos suspense
Nº de páginas: 328

Argumento:

Ginny espera impaciente la llegada de su hermana Vivien, no es para menos después de haber pasado separadas el último medio siglo. Durante ese tiempo Ginny ha vivido encerrada en su mansión victoriana con sus recuerdos y sus estudios de las polillas como única compañía. La visita de su hermana supondrá un recorrido por la historia de la familia y el descubrimiento de algún secreto que llevaba escondido en la memoria durante años.

 

Opinión:

 

Las sagas familiares siempre han dado mucho juego en la literatura, ya sean las malditas como los Buendía de García Márquez en "Cien años de soledad", las tiránicas de Isabel Allende en "La casa de los espíritus", e incluso la disfuncionalidad de la que hacía gala Lemony Snicket en "Una serie de catastróficas desdichas". Pero encontrar todos esos elementos en una misma obra, que funcionen y que estén equilibrados es complicado; por lo que se ve a Poppy Adams le gustan los retos y sabe cómo salir airosa de ellos.

"Hermanas" es el retrato de una familia estructuradamente disfuncional, en la que cada miembro juega su rol sin saber que son piezas de un puzle avocado al desastre. En un marco que se mueve en el gótico moderno, aquel en el que los fantasmas son los que genera la mente y no las noches tenebrosas, vamos cayendo en una trampa que empezó a crearse muchos años antes de que la narración tenga lugar, un misterio que nos atrae igual que la luz lo hace con las polillas a las que la familia Morris ha dedicado casi toda su vida. Estos insectos serán nuestro guía a lo largo de casi medio siglo de vivencias, algo que parece un recurso superfluo en principio, se va transformando en la piedra angular para entender a ambas hermanas, su comportamiento, su modo de vida, su supervivencia misma, tiene mucho en común con esas criaturas. Alrededor de ellas, Adams, teje una elaborada tela de araña, cada vez más pegajosa, en la que vamos intuyendo quién ha caído y quién puede caer, pero que hasta el final mantiene la intriga del motivo principal ya que en la mansión Bulburrow hay varios fantasmas y muchos esqueletos en el armario.

Este debut literario tiene como referente más claro "Siempre hemos vivido en el castillo" de Shirley Jackson modernizando trama y entorno, aunque guardando muy bien unas cartas que la Jackson desvelaba desde un principio. Esto hace que ciertos aspectos de la historia nos suenen a ya vistos, o que su efecto sorpresa no sea tal, pero Poppy Adams consigue mantener nuestro interés del mismo modo que su predecesora: construyendo una protagonista enigmática, ambigua, en el límite de la realidad, tan etérea en determinadas ocasiones que no sabemos si nos encontramos ante un fantasma que se pasea por los pasillos del caserón. Es Ginny el cuerpo y alma de esta novela, la columna vertebral de la que todas las ramificaciones salen, ella representa la duda, pero a su modo la verdad y la certeza de todo lo que ha vivido, que hemos vivido, porque la historia se nos cuenta por medio de sus recuerdos los cuales no sabemos hasta qué punto están distorsionados o si son reales siquiera.

Fascinados por este personaje nos zambullimos en un mundo de secretos, de verdades a medias, de vendas en los ojos que causan más mal que bien, de soledad, de claustrofobia, de cautiverio autoimpuesto, un engranaje tan bien engrasado que logra que avancemos a cada paso sabiendo sólo lo que la escritora quiere que sepamos, introduciendo continuas vueltas de tuerca que causan perplejidad y plantean nuevas incógnitas.

Las insinuaciones veladas son el punto de fuerte de la novela, cuando parece que estamos a punto de descubrir algo, se introduce un nuevo elemento, un nuevo personaje, que nos lo impide, un recurso muy bien empleado ya que, esa interrupción, nos abre unas vías diferentes para saber qué se oculta en la casa y porqué nadie quiere hablar directamente de ello. Cuando todo parece aclarado descubrimos que debemos leer entre líneas para dar con la solución real, porque la protagonista ha subjetivado tanto la historia familiar que ni ella misma es capaz de discernir hasta qué punto ha intervenido en la tragedia que se fraguaba generación tras generación, así que, al final, debemos remitirnos al inicio y reinterpretar un par de sucesos que nos desvelarán el misterio definitivo. La escritora ha conseguido llevarnos por donde ha querido, hemos caído en sus trampas (sin falta de juego sucio), y en el último segundo nos da la oportunidad de verlo todo tal y como tenía que ser, una habilidad poco frecuente en debutantes dentro del género.

Puede que la familia nos sea impuesta, puede también que no podamos escapar de sus manías y costumbres, pero es seguro que si observamos detenidamente el comportamiento de cada uno de los individuos que la forman, descubriremos que nuestras vidas son "Hermanas" que siempre caminan por la misma senda, y eso puede ser peligroso y aterradoramente liberador.

Patricia Rubiera

 

 

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