Flores fuera de estación

Opinión:

Hay relatos que duelen en tanto que apelan a vivencias cercanas, ya sean personales o de conocidos; hay relatos, también, que emocionan por la veracidad de sus personajes (más humanos que muñecos literarios) o por las emociones que diseccionan, y hay relatos, incluso, que permanecen para siempre en el imaginario íntimo y singular de la memoria. Todo ello lo podrán encontrar los lectores, sin miedo ni reparos, en los cinco relatos que conforman "Flores fuera de estación", el segundo libro de Margarita Leoz, tras "Segunda residencia". Licenciada en Filología Francesa por la Universidad de Salamanca y en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada por la Universidad de Barcelona, Leoz demuestra en estos textos el dominio no solo del lenguaje o de las técnicas narrativas, sino, sobre todo, del vasto mundo de las emociones humanas.

Sus relatos tienen un aire a las historias de Amélie Nothomb o a las de Alice Munro: son ficciones, sí, pero nada indica que no podrían pertenecer al mundo de la realidad más que al de la mentira literaria. En concreto, Margarita Leoz nos presenta siempre personajes en pareja (o que lo han sido, o que lo podrían/querrían ser). Por ejemplo, en el primer relato, titulado "Bulbos", la narradora se ve obligada a viajar junto a su novio Fabián a uno de los espacios de su pasado, donde conoció y convivió con Edgar, su primer amor. El narrador del último relato, titulado "Flores fuera de estación", visita a sus padres -que viven en un hotel mientras su madre se somete a un tratamiento médico- y recuerda las experiencias vividas con su expareja, Emma.

Para mí, el relato que más vale la pena destacar no es este último, cuyo título coincide con el del volumen, sino el que está situado estratégicamente en la mitad: "Diez salones, catorce dormitorios". En este caso, Margarita Leoz cuenta la historia de un muchacho que, tras la muerte de sus padres, ha optado por vivir en lo que había sido el negocio familiar, una tienda de muebles. Su amiga Aurora, con quien él proyecta una posible relación romántica, acude a verlo de vez en cuando, pero sus visitas se van espaciando por el desarraigo y la incomunicación que median entre ambos. Es una narración original, singular y muy bien construida, con más de una vuelta de tuerca que sorprenderá al lector muy positivamente.

En general, los cinco relatos de "Flores fuera de estación" nos ofrecen historias cotidianas, casi diría domésticas, contadas con una voz personal y mudable de un narrador a otro. Margarita Leoz es una narradora a la que no hay que perderle la pista.

Darío Luque