Anika entre libros

La tortuga ciega y el madero flotante

Ficha realizada por: Selin
La tortuga ciega y el madero flotante

Título: La tortuga ciega y el madero flotante
Título Original: (盲亀浮木, 2008)
Autor: Naoya Shiga
Editorial: Hermida Editores
Colección: El jardín de Epicuro - Ficción


Copyright:

© Michiga Shiga, 2008
© Hermida Editores, 2021

Traducción: Makiko Sese y Daniel Villa
Edición: 1ª Edición: Septiembre 2021
ISBN: 9788412281187
Tapa: Blanda
Etiquetas: relatos recopilación recopilatorio de autor cultura japonesa literatura japonesa cuentos relaciones familiares familia desamor muerte drama viajes trenes culpa arte
Nº de páginas: 200

Argumento:

Recopilación de relatos de Naoya Shiga y narraciones de sus propias vivencias, que incluye: Un matrimonio simpático, Las rubetas, Una avenida de invierno, El anciano, Yajima Ryudo, El cabo de Kinosaki, La hoguera, Hasta Abashiri, La luna gris, El excéntrico Dassai, Las bicicletas, Las líneas blancas, La tortuga ciega y el madero flotante, En Kutsukake y El ritmo.

 

Opinión:

 

Este es el segundo volumen de relatos de Naoya Shiga que publica Hermida Editores, el anterior fue en octubre de 2020 y se titulaba "Seibē y las calabazas", que, al igual que aquí, era el título de uno de los relatos incluidos. Si entonces fueron once relatos, para este volumen se han escogido quince, que son los que he listado en el argumento. Como la vez anterior (traductor automático incluido) he recurrido a la página del autor en la wikipedia japonesa para poner el título original del relato que da nombre a este libro.

Respecto a este libro, en esta ocasión sólo hay relatos y narraciones de Naoya Shiga, sin más añadidos, puesto que ya estaban en el primer volumen. En lo que sí coincide es en que la extensión es bastante variada, yendo desde las cinco páginas hasta la veintena. También hay estructuras diferentes que diferencian los textos.

Así es que hay varios relatos en tercera persona, como el que abre el libro, "Un matrimonio simpático", que sigue sus discusiones cotidianas, que se me hacían cansinas, incluso cuando había un situación delicada con una criada. Otro es "Las rubetas", donde los silencios son más elocuentes y preocupantes que las palabras. También "El anciano", una historia corta con un protagonista que enfrenta la vejez buscando alternativas para sentirse vivo. O "Yajima Ryudo", con un pintor que consigue hacerse desagradable por su impaciencia con todo y su afán de poder.

También hay relatos en primera persona, como "Una avenida en invierno", una enrevesada historia de amores no compartidos y de rechazo, con algo de cabezonería por parte de quien es protagonista a la postre.

Ahora bien, también hay unas narraciones que tienen todo el aspecto de ser personales, de contener las propias vivencias de Naoya Shiga, y son las que empiezan con "El cabo de Kinosaki", con unas impresiones dramáticas sobre el azar y la muerte. Luego llega "La hoguera", donde se cuentan algunas historias intrigantes en lo que semejan unos días tranquilos. En "Hasta Abashiri" rememora un entretenido viaje en tren, sobre todo por el niño inquieto que no paraba, ni se conformaba con nada. De "La luna gris" no me he enterado mucho, la verdad, otro tren y un pasajero como adormilado.

En "El excéntrico Dassai", ese personaje es tildado de despistado y perezoso, incluso se burla de él en alguna ocasión. Con "Las bicicletas" aparece un sentimiento de culpabilidad por haberse dejado guiar por un impulso, faltando a su palabra. En "Las líneas blancas" recuerda a su madre, la infelicidad que sufrió y su muerte temprana.

Tenía ganas de llegar hasta "La tortuga ciega y el madero flotante", para ver por qué ese título había sido escogido para el libro, aparte de ser una de las narraciones más largas de este volumen. Tal vez sea por la referencia a la semejanza de alguna pintura de Dalí con los destrozos causados por un tifón en una zona costera. O no. Más bien porque cuenta unas historias de casualidades sorprendentes que te dejan con la intriga porque son casi imposibles.

Aún quedaban un par de historias, primero venía "En Kutsukake", donde describe los encuentros con Akutagawa Ryunosuke, otro escritor, en alguno de los cuales se comentaban mutuamente sobre sus respectivas formas de escribir; si, según parece, Naoya Shiga recibía elogios, por su parte expresa reparos sobre lo que consideraba defectos técnicos del otro. La última narración, "El ritmo" es un escrito sobre las reacciones ante el arte, sea literario o de otro tipo.

Con su variación de temas y de estructuras, este libro supone un buen acercamiento a la obra de Naoya Shiga y, por añadidura, a los aspectos cotidianos de la cultura japonesa, puesto que aquí se retrata su manera de ser y de comprender la vida.

 

Selin

 

 

 

Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com

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