Flor de arrabal

Opinión:

Había oído hablar de Carmen Santos, pero no había leído nada de ella. Creo que comenzar con "Flor de arrabal" ha sido todo un acierto para que me enamore con su prosa.

A pesar de que sus 715 páginas pueden asustar, la lectura me ha resultado muy amena y entretenida, me ha enganchado y he ido devorando sus páginas a buen ritmo y sin darme cuenta.

Carmen Santos tiene una manera de narrar que atrapa, consigue que el lector sea partícipe de la historia y sufra junto a la protagonista, y se alegre también con ella. La ambientación que ha conseguido me parece exquisita, pensado hasta el mínimo detalle. No es fácil conseguir que el lector se traslade de una manera tan fidedigna a una época pasada, que seguramente conozcamos de oídas por las "batallitas" de nuestros abuelos. Se nota todo el trabajo de documentación que ha realizado la autora y que podemos comprobar en el apartado de "Bibliografía".

Me ha sorprendido la cantidad de sucesos históricos que encontramos a lo largo de la lectura de "Flor de arrabal". La autora comienza la historia el 1 de enero de 1900, cuando Flor, la protagonista, nace. Aunque por los primeros años de su vida pasamos un poco más de puntillas, Carmen Santos ha aprovechado esos primeros capítulos para perfilar a Flor y su familia, y para que el lector comience a sentir cercanía y cariño por la pequeña Flor, o Flori, como la llaman en casa.

El lector irá creciendo junto a Flor y vivirá con ella cada uno de los obstáculos que tiene que sortear desde bien pequeña para poder cambiar su futuro. Flor es una mujer fuerte, que desde bien niña opta por no rendirse. En este sentido me ha llamado la atención el cambio social que ha habido con los años. Flor, desde bien pequeña, ya se tenía que encargar de sus hermanos, de limpiar en casa o incluso de cocinar. Tanto ella como sus hermanos trabajaban desde pequeños, a cambio de unas pocas pesetas que su padre se bebía en la taberna. Los niños no eran niños, la época del colegio y los juegos acababa pronto, y más en el caso de las familias más pobres, ya que tenían que trabajar para poder salir adelante. Sólo las familias más adineradas podían dar una educación a sus hijos, y las diferencias sociales separaban más a las personas.

Flor va a demostrar una valentía y una fuerza para sobrevivir que me han puesto los pelos de punta. Su vida no ha sido nada fácil, incluso cuando empezaba a tener un lugar en los escenarios, la vida siempre le ponía a prueba.

Junto a Flor, el lector viajará de Zaragoza a Madrid, Barcelona, París, Berlín y Cuba. Como indiqué, la historia comienza en 1900 y finaliza en 1965. Son 65 años de historia que quedan recogidos de una manera bastante detallada en "Flor de arrabal". La gripe española, las consecuencias de las diferentes guerras ocurridas en esos años, revueltas anarquistas, y de manera más personal, la Segunda Guerra Mundial y las consecuencias del nazismo.

Aparte de todo esto, el lector también vivirá de primera mano la situación de la mujer en el ámbito del espectáculo y los abusos a los que eran sometidas en muchas ocasiones, o el trato que se les dispensaba sólo por ser mujer, el uso del poder, del dinero o las influencias, de amenazas veladas, para manejar a las personas. Las decisiones que Flor ha tenido que tomar, no siempre han sido fáciles, ni se podría decir las acertadas, pero también es cierto que, para poder "ser alguien", como se solía decir, no le quedó otro remedio.

"Flor de arrabal" es mucho más que una novela, en ocasiones he tenido la sensación que más que leer un libro estaba viendo una película de las que cuando era pequeña amenizaban las tardes en casa. No olvidemos que dentro del toque de ficción, hay una base real, que Carmen Santos narra de una manera muy delicada y apasionante.

"Flor de arrabal" es una historia dura, pero que me ha emocionado, de las que llegan y no se olvidan tan fácilmente.

Vane Gómez