Fin de temporada

Opinión:

Una clínica clandestina en Portugal era el destino del viaje que Rosa y Juan habían emprendido a escondidas. Nunca llegaron allí porque se vieron involucrados en un terrible accidente de tráfico.

Veinte años después, Rosa y su hijo Iván regentan un destartalado camping de la Costa Dorada. Es el lugar en el que han decidido asentarse tras pasarse años mudándose de una ciudad a otra.

"Fin de temporada", de Ignacio Martínez de Pisón, es una novela que nos habla de las relaciones familiares. Y lo hace mostrándonos que nadie elige la familia en la que nace; unos tienen la suerte de nacer en familias emocionalmente sanas y otros en familias tóxicas.

Iván lo es todo para Rosa. Su vida gira en torno a él y cuando el chico se echa novia, ella se siente tan herida y desplazada que su relación empieza a deteriorarse.

Es una novela dura en la que el autor nos habla de esas madres que ven a sus hijos como una propiedad que les debe obediencia y compañía eterna. No aceptan que cuando llegan a la edad adulta deben alejarse del nido y vivir sus propias vidas.

Cuesta mucho empatizar con Rosa. Es cierto que ha sufrido, pero también que ha sido ella, y solo ella, quien ha tomado ciertas decisiones pensando en ella misma y no en el bienestar de su hijo, a quien dice, o cree, amar con locura.

Iván es otro personaje complicado. Es un joven huraño, sin amigos, que ve como su mundo se rompe en pedazos cuando descubre cómo habría podido ser su vida si su madre no le hubiese aislado del mundo. Esa verdad le hace tanto daño que termina destrozando a las escasas personas que le quisieron alguna vez.

Un libro que nos muestra, como ya pasara en "Derecho Natural", que a veces la familia puede ser un pilar que nos ayuda a soportar vientos y mareas y otras, lo que nos transforma en personas diferentes a las que debimos ser.

Una novela narrada de forma muy bella que terminas con un nudo en la garganta.

Ana G. Aranda