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Entrevista a Waldemar Verdugo Fuentes sobre Juan Rulfo y el realismo mágico

"Rulfo era muy agradable y tenía un gran sentido del humor, sólo que le entristecía la idea de tener que morir"

Firma y fotos: Rubén Devia - Publicado en Organización Editorial Mexicana (Autorizada Publicación en Anika Entre Libros de España) / Marzo 2007

 

Nuestro colaborador Waldemar Verdugo actualmente está trabajando con el director de cine Raúl Ruíz, que llevará al cine una película sobre escritora chilena Gabriela Mistral y su relación con los maestros de la Revolución mexicana de 1910. Se supone que se comenzará el rodaje en el primer semestre del 2007. La actriz mexicana Angélica Aragón hará el papel de la Premio Nobel de Literatura.

Además, a Waldemar le han reeditado su obra "En Voz de Borges" así como publicado el libro "Magos de América". 

Junto a la publicación hace un mes de la obra "Magos de América", libro que rescata parte de su trabajo en México, del escritor chileno Waldemar Verdugo se ha publicado también a finales de 2006 una reedición de su obra "En Voz de Borges", libro señero para acercarse al autor argentino.

Coeditado por la Secretaría de Cultura del Ayuntamiento del Estado de México, Librería Imagen y Norte/Sur, acaba de ser publicado el libro "Magos de América", del escritor chileno Waldemar Verdugo, con quien hablamos en su estudio ubicado en la Caleta de Pescadores de San Pedro en Cartagena, en los mares del sur chilenos. El autor ha recibido varios premios, entre ellos el de Crónica Histórica 2004 del Consejo de la Cultura y las Artes de Chile, y el Premio Anual de Periodismo Cultural del Instituto Nacional de Bellas Artes y el Gobierno de México, en 1987, época desde la cual arranca el germen de los trabajos reunidos en esta nueva obra: crónicas literarias acerca del argentino Jorge Luis Borges, el mexicano Juan Rulfo y la chilena María Luisa Bombal, con referencias al realismo mágico que inspiró la obra de Gabriel García Márquez, publicados en revista Vogue y UnoMásUno.

En esta obra "Magos de América", libro diseñado por los artistas mexicanos Edmundo Calderón y Yandira Ale, el autor escribe en el prólogo: "En este trabajo intento citar apenas la relación que existe entre la concepción del escritor de su papel y la intuición de que el lector sabe que cuando llegue la noche estaremos solos los dos. Digamos que es posible que se trata de buscar entre dos la verdad entre las varias aparentes verdades. Por esto aquí toco espectros que incluyen las formas de lo mágico, porque en cualquier escrito de lo humano que se trate el misterio es necesario. Por eso hablo de gente mágica, ese modelo o arquetipo que está fuera del tiempo histórico, que se desenvuelve en esa época ancestral de los orígenes (antes del tiempo) cuando los dioses y héroes realizaban sus vidas fabulosas. Al fin ninguna ciencia prueba que no hay gente mágica. Lo cierto es que estos escritores no privilegian el tiempo ni la historia, porque educan otra región del alma. También restauran en su medida cierto orden moral que aspira al simple equilibrio de la justicia, en un posible gobierno hombre adentro de fuerzas ocultas en nuestro mismo corazón. Entonces, lo natural sería afirmar que los escritores aquí reunidos fueron magos porque han utilizado esas fuerzas ocultas, pero diremos también que son mágicos porque supieron hacerse gentes comunes y corrientes, logrando así retar al diablo en el infierno, venciéndolo en su propio terreno. De estos magos de las letras de América, de ellos aprendí que si los hombres observamos cuidadosamente nuestra realidad, descubrimos que la realidad es fabulosa."

 

ENTREVISTA

 

Comenzamos preguntando a Waldemar: ¿Cuál es el concepto del tiempo detenido en la obra de Juan Rulfo?, y nos responde:

El maestro Rulfo creía que el problema fundamental en la vida es el tiempo. Una vez conversando con él, en esos momentos de amistad que regalaba, le oí decir que su tristeza en verdad era la tristeza de un hombre que sabía que tenía que morir, pero que en verdad amaría vivir eternamente para gozar el no hacer nada o intentar aún unas líneas memorables, él era un gran desencantado de la mortalidad humana, y le dolía que al final cualquier historia terminaba con la muerte a la que el tiempo, inapelablemente, nos acerca cada día más. Rulfo era muy agradable y tenía un gran sentido del humor, sólo que le entristecía la idea de tener que morir. Entendía que la vida no es una progresión cronológica, que vivimos en fragmentos, por decir así. Porque las cosas en la vida de cualquier hombre no suceden de manera constante, entonces contaba una historia con hechos muy espaciados, rompiendo el tiempo y el espacio. Había leído mucha literatura española y descubrió que los escritores llenaban los espacios desiertos con divagaciones y lucubraciones; él pensaba que lo que contaban eran los hechos y no las intervenciones del autor, sus ensayos, su forma de pensar, y se limitó a los hechos, y para eso en su novela "Pedro Páramo" inventó a los personajes muertos que no están dentro del tiempo o el espacio, y si lo están es en un espacio o tiempo detenido.

Alguna vez le pregunté a Rulfo de dónde le vino esta técnica novedosa y él dijo que fue un experimento, con influencia de sus lecturas. Sabemos que el sentido del tiempo es una inhibición para impedir que todo suceda de una vez, pero en su obra capital esto deja de tener sentido, y las acciones se suceden alternativa y simultáneamente. Todo se repite, todo se inicia nuevamente, de manera circular, porque, de alguna manera, es siempre hoy; leemos lo que está ocurriendo en el momento porque los personajes están condenados a la vida eterna en un tiempo que está detenido: esta concepción que aporta a la literatura también lo hace señero.

 

¿En qué forma se familiarizan la obra literaria de Juan Rulfo y María Luisa Bombal?

Son familiares en muchos aspectos, como el uso de un lenguaje prodigioso para expresar, por ejemplo, una atmósfera literaria tan singular como esta de ubicar a sus personajes en un tiempo o espacio detenido, que no es otra la atmósfera en que transcurren "La Amortajada" y "La última niebla", obras capitales de María Luisa. Ambos, según creo, lograron crear una obra literaria perfecta, a la que llegaron por caminos diametralmente opuestos: según el punto de vista con el que miran la vida un hombre y una mujer que escriben: uno apuntando su falo erguido y ella quieta en la fascinante oquedad de la mujer. Pienso también que para quienes conocimos a Rulfo y a María Luisa, es notable familiarizar, en su trato con los otros, una cierta sensación de melancolía, a ratos, de lejanía, de que se iban a otra parte donde nadie podía acompañarlos, pero que no molestaba al interlocutor: esto era en ellos absolutamente natural. También recuerdo que cuando alguna cosa les animaba, sus ojos se volvían húmedos, lo que les ocurría cuando hablaban de sus lecturas, como las históricas narraciones de la Conquista. Rulfo fue un gran lector de crónicas antiguas, escritos de frailes y viajeros, los epistolarios, las relaciones de la Nueva España. Y María Luisa al final de su vida estaba embarcada en narrar la última noche del conquistador Diego de Almagro, cuando reflexiona que había entregado su vida para llegar a Chile, en el final de la tierra, sin encontrar lo que buscaba.

 

¿Qué relación unió a María Luisa Bombal y Juan Rulfo?

Se admiraban mutuamente. Se conocieron en México, cuando María Luisa llegó a la secretaría de Gobernación en el Distrito Federal para realizar un trámite en la oficina de Migración, la acompañaba la actriz Dolores del Río, y quien las atendió fue Juan Rulfo, que durante años trabajó empleado en esa oficina pública: él comentaba la situación diciendo que eso tenía de bueno la burocracia mexicana, que estaba plagada de sorpresas porque fomenta la amistad; solía contar que en esa oficina también trabajaban otros dos notables escritores mexicanos como son Efraín Hernández y José Gorostiza, "quienes quedaron enamorados de la belleza de Dolores y yo de la prosa de María Luisa, quien me regaló un ejemplar de "La Amortajada", que considero una joya literaria".

En los años siguientes mantuvieron un intercambio de correspondencia no breve, y en 1972 se reencontraron en Chile en la visita que realizó Rulfo invitado por el entonces presidente Salvador Allende: celebraron su encuentro en una noche histórica de conversa amistosa, vino y empanadas en la casona de la Sociedad de Escritores de Chile. Rulfo decía que relacionaba a María Luisa con un aspecto alegre de su vida, y ella lo estimaba como se estima a un buen amigo que también se admira. Ambos creían que la vida no es muy seria en sus cosas; y nos legaron, por supuesto, una obra colosal que inyectó hasta ahora de vitalidad a las letras españolas.

 

...El Realismo Mágico surge como vía de escape de la imaginería latinoamericana inspirada en nuestros áridos desiertos, singulares campos y profundas selvas...

 

¿Se podría afirmar que María Luisa Bombal y Juan Rulfo fueron los precursores del Realismo Mágico?

Creo que sí. Sin desmerecer otros adelantados, pienso que ellos fueron los pioneros que le dieron forma final literaria, la corriente literaria más sólida que nos lega el siglo XX. De hecho, Gabriel García Márquez quien popularizó esta escuela literaria, él cita a Rulfo y la Bombal entre sus fuentes de inspiración.

 

¿Cuáles serían algunos rasgos sobresalientes del Realismo Mágico?

El Realismo Mágico surge como vía de escape de la imaginería latinoamericana inspirada en nuestros áridos desiertos, singulares campos y profundas selvas. Como escuela literaria es extremadamente rigurosa en el uso de nuestra lengua, su sabiduría formal arranca de los tiempos en que los escritores narraban con waldemarverdugo1números. El personaje es esa voz real que habla dentro de nosotros, de la que nos insinúa una posible forma en todas las cosas que sabemos, envuelta en una atmósfera natural y, sin embargo, plagada de pequeños hechos fantásticos y lugares hechizados; cuya vida transcurre en un tiempo que no conocemos, pura soledad, puro calor y niebla espesa, ciudades fantasmas, caravanas de fenómenos, hombres aparecidos, mujeres aladas, islas nuevas.

 

A tu juicio, ¿por qué crees que María Luisa Bombal y Juan Rulfo publicaron tan poco?

Se dice que la función más alta de un escritor es producir una sola obra maestra, lo demás no importa. Y ambos cumplieron: en sus casos lo poco es sinónimo de excelencia; no necesitaban escribir más. Por supuesto que el arte tiene que ver más con el trabajo que con la inspiración, pero pudiera ser que el ángel inspirador los dejó de acompañar o se cansaron de trabajar tan exhaustivamente como se requiere; el caso es que ambos fueron seriamente cuestionados por su obra reducida.

A diferencia de Rulfo, que lo tomaba con cierto humor, a María Luisa la angustiaba al final su apagamiento creador. Ella decía que estaba impedida de crear más, que la asustó esta vida y era como si alguien hubiera cortado su inspiración; consideraba que si bien escribir era un don natural, el sentimiento es espontáneo, la expresión hay que trabajarla mucho, pulirla, y esto era algo que al final no alcanzaba, nada le gustaba de lo que escribía, y al llegar la tarde sólo rompía lo que había logrado escribir en el día, que nunca era mucho: esto la entristecía. En cambio, Rulfo lo tomaba con buen humor; cuando alguien, que nunca faltaba, le preguntaba por qué no escribía más, él respondía cosas como: "no escribo más porque prefiero andar de vago" o "no escribo porque no quiero, por eso." Yo creo que cuando se escribe así como ellos es imposible tener la fecundidad de otros autores: la diferencia entre calidad y cantidad es similar a la diferencia entre el que posee el don y el que no lo posee. Esto es así y nada más.

 

¿Crees que la fórmula utilizada por los escritores del Realismo Mágico sigue sorprendiendo a los lectores?

Yo creo que siempre que un lector tome un libro de los escritores del realismo mágico será sorprendido. Es más allá de una moda, estamos aquí hablando de la huella literaria más profunda que cruza el siglo pasado: no se trazó una huella más marcada. A través de la alquimia de lo que es con lo que no es, de lo real con la poesía, se manifiesta esta literatura en la esencia misteriosa del mundo, enseñada con expresión tersa, de ceñida transparencia; es una nueva manera de escribir a la manera del arte que cobija lo singular y sin dudas bienvenido por el lector, quien reconocerá siempre la literatura cuando es ofrenda milagrosa al verbo.

 

...Se dice que la función más alta de un escritor es producir una sola obra maestra, lo demás no importa...

 

¿Satisfecho con el resultado de este libro?

Muy satisfecho. Porque el que te publiquen un libro en México sin necesariamente estar allá, es un logro para cualquier escritor hispanoamericano. Además, por la buena distribución de las librerías de CONACULTA, este librito lo puede encontrar igual el lector que llegue a la Ciudad de México y lo busque en la librería del aeropuerto, que el lector que entra a una librería en Tijuana, Guadalajara o en Chiapas, lo que me hace muy feliz, porque al final un escritor trabaja para los demás, como se practica cualquier oficio en este mundo.

 

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