Anika entre libros

Entrevista a Goya Gutiérrez por "El cantar de las amantes"

"El amor humano, en mi poemario aporta la fuerza vital para superar la muerte"

Firma: Manel Haro / Fotos: autora / Febrero 2007

 

Goya Gutiérrez es de origen aragonés y actualmente vive en Castelldefels (Barcelona) donde se dedica a la enseñanza y muy activamente a la poesía. Codirige la revista literaria Alga y ahora ha sacado su último poemario "El cantar de las amantes". Aprovechamos la presentación de su libro en Barcelona para hablar con ella.

 

 

ENTREVISTA

 

Goya, en este poemario rindes homenaje a varias mujeres, la mayoría de ellas poetas. ¿Les debes mucho a ellas?

En primer lugar, son poetas a las que he leído, naturalmente mi elección responde en principio a una atracción y afinidad con la escritura de la mayoría de ellas. También tiene que ver con su trayectoria personal y vital. En ese primer apartado de "Homenajes" está incluida la pintora Frida Kahlo. Yo al menos cuando escribo un libro de poemas intento partir de alguna idea que lo vertebre, un proyecto poético, podríamos decir, que dé coherencia y estructura a sus contenidos. Así, partiendo de dos temas clásicos como son el amor y la muerte, y otro más moderno que sería la presencia de la mujer en la cultura, el arte, la literatura, la poesía o la vida real, entre otros personajes femeninos, había de elegir ésos y no otros, ya que todas ellas están relacionadas con el amor, la muerte prematura, el suicidio o la tragedia en vida como es el caso de Ajmátova.

Igual ocurre con la tercera parte del libro "Las siete amantes". De esta forma, tanto la primera parte como la tercera funcionan de marco o escenario literario donde inscribir la experiencia individual del yo poético que aparece en las otras dos partes.

 

¿Resulta complejo hablar del amor en poesía y no caer en tópicos?

Sí, es difícil, después de que la mayoría de poetas que nos han precedido hayan hablado ya del tema del amor. Sin embargo, creo que sigue siendo un tema inagotable, si intentas darle un tratamiento acorde con la vivencia personal de la que parte, al menos en mi caso.

 

¿Encierra el poemario un discurso feminista de la existencia?

Supongo que tendría que decir que sí, si tenemos en cuenta que buena parte de los poemas hacen alusión a mujeres poetas, artistas o personajes literarios y reales, y que también hay una voz de mujer. Evidentemente, hay identificación y solidaridad con todos esos personajes poéticos que aparecen y con las circunstancias a las que se refieren, teniendo también en cuenta que, en el tiempo en que se inscriben, la cultura en general estaba regida básicamente por hombres, ellas quizás representaron una excepción con respecto a otras mujeres de su época. Sin embargo, quiero destacar que, la última parte del libro, titulada "La flor del hibisco", en donde el yo poético está ubicado en la contemporaneidad, creo que establece cierta distancia respecto al tono, digamos feminista, del resto del libro. Lo que sí creo que hay en el libro es una intención de expresar y valorar ese contenido significativo que recoge la carta del Tarot La fuerza, en cuanto a tomar partido por el predominio en la vida, en la literatura y en el arte por lo femenino frente a la fuerza bruta, pero eso yo diría que no es un discurso feminista.

 

En "El cantar de las amantes" tan pronto hablas de la vida como de la muerte. Además percibo que ambas cosas se unen a través del amor precisamente. ¿Es ésta tu forma de percibir estos extremos de la existencia humana?

Qué duda cabe, que en la realidad, el amor que opta por la vida, y la muerte son dos elementos ambivalentes de una misma moneda, por otra parte azarosa. El amor humano, en mi poemario aporta la fuerza vital para superar la muerte, aunque también hay componentes más realistas, por ejemplo, en el poema VIII de la última parte, donde se escenifica el delirio hacia el suicidio, que es superado por la voz del amante recordando al sujeto poético otro medicamento preciso, que la devolverá también a la vida y al tiempo.

 

¿Hay mucho simbolismo en los versos del poemario. Por ejemplo, el agua, el mar. Muchos poetas han tomado el mar como el símbolo de lo absoluto. Tú de algún modo también lo haces. ¿Qué tiene el mar que resulta tan recurrente?

Quizás sí que hay elementos simbólicos. Aunque en mi caso concreto, al menos esa ha sido mi intención, no trato de relacionarlo con lo místico, ni menos con el absoluto, entendiendo estos términos como asociados a lo religioso.

El agua y el mar aparecen en casi todos mis libros. Creo que son símbolos o imágenes con una gran capacidad para establecer analogías entre la vivencia goyagutierrezpersonal y la naturaleza, que recogen experiencias a nivel colectivo y cultural, como demostró en sus ensayos poéticos sobre los elementos naturales Gaston Bachelard, concretamente el que dedica al agua "El agua y los sueños". Son aquellas imágenes que están en la naturaleza, y como decía Jung en nuestro subconsciente colectivo, naturalmente también en la literatura y en el uso y tratamiento que se les ha dado. En mi poemario el agua y el mar tienen una significación ambivalente de vitalidad y muerte, que se va trenzando y destrenzando.

 

Hay también una abundante referencia a la naturaleza, ya sea a través del mar mismo o de otros elementos, como la flora. ¿Tu poesía está en deuda con ese entorno?

Supongo que el material poético que el poeta o la poeta utilizan, está muchas veces relacionado con su entorno vivencial. Efectivamente el mar y la flora están presentes en este libro, pero también en los anteriores. Sin embargo, las flores, por ejemplo en "El cantar de las amantes", funcionan como imágenes o metaforización de los sujetos poéticos que aparecen en muchos poemas o de su circunstancia esencial. Pienso ahora en el poema dedicado a las Ofelias y los nenúfares, a Desdémona y la caléndula o a la flor de heliotropo en el poema X de la última parte.

 

Volviendo al tema del simbolismo, no podemos obviar los símbolos místicos y del tarot, como los arcanos, el bosque de los sueños… ¿Se podría establecer algún tipo de relación de tu poesía con la mística?

Las cartas del Tarot ilustran dos partes del poemario, pero no son la materia poética. Lo del bosque, sí que creo que es un elemento interiorizado, se me ocurre ahora por ejemplo el llamado "miedo al bosque" medieval que está presente en el Poema del Mio Cid, o el bosque de ultratumba en Alejandra Pizarnik o el bosque del subconsciente en la novela de Djuna Barnes. El bosque para mí es lo misterioso, lo irracional, lo imprevisto e incontrolable. El simbolismo me atrae sobre todo por esa correspondencia que como decía Baudelaire, establece el poeta entre el universo o la naturaleza y su mundo subjetivo y sensible. También Gaston Bachelard dice "Todo es eco en el universo". Me atrae esa fusión de significación que recoge un símbolo procedente de distintas culturas, que le da un carácter universal, parecido a la concepción de la literatura como fosilización de significados a lo largo del tiempo. Pero sobre todo, porque a través de esas imágenes que pueden adquirir carácter de símbolo, el poeta puede introducir el sentido de lo misterioso y secreto frente a la inmediatez de lo obvio. Aunque creo que ni en este libro ni en los anteriores hay en mi poesía relación con la mística, sí con lo espiritual. Personalmente me considero una persona no creyente en lo que se refiere a la religión, naturalmente respetando mucho las creencias de los demás.

 

¿Entonces no crees en el tarot? ¿Podríamos decir que simplemente te atraen sus imágenes?

Efectivamente, lo que me atraen son sus imágenes y su mundo creativo.

En su realidad no creo.

 

¿Es casualidad que en tu poemario se encuentren tierra, fuego, mar y aire? Los que son grandes ejes del simbolismo de la vida.

Mira, la verdad es que ahora que lo dices, no me había planteado o no era consciente de esos otros elementos naturales aparte del agua, pero es cierto que están presentes en el libro. Te he de confesar que todo lo que rodea al Romanticismo como movimiento de ideas, arte y literatura, siempre ha sido una de mis debilidades. Pero también me entusiasma Lorca, Saint John Perse, Antonio Gamoneda o Anna Ajmátova, en donde también están presentes esos elementos.

 

Goya, cuando te pones a escribir poesía, ¿surgen automáticamente todas las influencias que has ido recaptando a lo largo de tu trayectoria (que parecen ser muchas) o debes hacer un ejercicio e indagar en ellas para sacarlas a flote?

Eso no pienso que sea tan automático. Supongo que al igual que las experiencias sensibles y los conocimientos que vas adquiriendo, las lecturas que haces tanto de literatura como de poesía como de otras materias, van conformando en tu interior un sedimento que muchas veces tienes la sensación de que cae en el olvido, porque en la memoria se disipan muchos contenidos, no eres capaz de recordarlo todo. Sin embargo, yo creo que de la manera como individualmente asimilas todo eso, va quedando un sustrato en esas capas de allá abajo, del subconsciente, y cuando llega el momento de la creación, de tu escritura, emerge a la superficie, entonces es precisamente cuando comienza la labor de dar una forma particular, que aporte el sentido de todo aquello que pretendes, y a veces lo que no pretendes, expresar.

 

Una pregunta casi obligada: ¿Resulta difícil publicar poesía en el siglo XXI?

Resulta difícil publicar en editoriales, que han adquirido cierto prestigio sobre todo, cuando éstas tienen como prioridad la salida comercial de tu libro, en relación, muchas veces, con la notoriedad pública en el campo de la poesía o de la cultura, que puedas haber acumulado. Sin embargo, también se ha de decir, que hay excepciones y no pocas, de editoriales que tienen como objetivo el rigor y la calidad de la poesía que editan en general.

 

Para acabar, Goya. Parte de tu tiempo lo dedicas a la revista literaria Alga. ¿Nos podrías hablar un poco de ella?

Sí, naturalmente. La revista Alga cumplirá precisamente este próximo otoño sus 25 años de existencia. Soy responsable de su edición y redacción desde el año 2003, y tanto Enric Velo y yo misma, como coeditores, hemos intentado que la revista sea un calidoscopio de las tendencias poéticas actuales, en catalán, y castellano en Catalunya y en España, pero también de poetas de fuera de nuestras fronteras. La revista se edita semestralmente. Dispone de varias secciones: fotografía, textos de creación poética y narrativa, ensayos sobre temas literarios y comentarios críticos. También está enlazada a un espacio en la red www.castelldefels.org/alga, del que se ocupa Enric Velo, y donde se pueden consultar los contenidos de los siete últimos números de la revista. Esperamos seguir contando con la financiación institucional del Ayuntamiento de Castelldefels, que junto a nuestro esfuerzo personal, al apoyo de nuestros compañeros de Alga y de otros amigos poetas, harán posible su continuidad, cosa que deseamos.

 

Muchas gracias por tu atención y tu tiempo.

Gracias a vosotros, Manel.

 

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