Enda

Opinión:

Toti Martínez de Lezea es una de las grandes escritoras de este país, esto lo sabe quien la ha leído, pero si bien normalmente dedica sus libros a recuperar trozos de historia -especialmente vasconavarra- utilizando en la ambientación creencias de la época con la mitología propia del lugar, y creando un halo en torno a ella de rigurosidad histórica, en "Enda" convierte a estos seres mitológicos en personajes de la novela. ¿Y es malo? Todo lo contario: es mágico.

A su modo, llevándonos a un pasado de aspecto medieval, rudo, duro y casi siempre inhóspito, nos permite acercarnos a la mitología -una de sus pasiones, como la histórica-, y emocionarnos con las aventuras épicas de sus protagonistas humanos. En tierras de clima áspero, igual vemos a una familia muy unida que a un gigante que cuida en solitario de unas ruinas, o a unos jóvenes enamorados de un imposible al tiempo que asistimos a la venganza de Tala, la Izaki (o la criatura, ser mitológico), que aquí ocupa el cuerpo de un ser femenino perfecto, o vemos cómo los grandes villanos desatan su furia igual que los propios dioses, o cómo un dragón busca su cumplir su propia venganza…

Es una aventura constante llena de violencia, basada en la supervivencia, con ansias de poder o de venganza, que se mezcla con la buena voluntad de muchos y las características tan particulares de los dioses o seres mitológicos. Personalmente me ha enamorado más que ninguno el gentil gigante, Ozen, que siendo en principio un ser hosco, acabará mostrando un amor por los humanos muy por encima del de la propia Amari, más colérica y parecida en este caso al Dios del Antiguo Testamento. Y como amante del terror, por encima de la cólera amenazante de Amari -que no me gusta, como no me gusta aquel Dios del AT- o de Inguma el tenebroso, me ha gustado especialmente Tala.

Tala puede confundir, se deja secuestrar prácticamente, pero algo en su mirada dice "no me tienes aunque creas que es así". Y lo que hace esta "criatura", su venganza, es idónea para los amantes del terror como yo.  Y es que con los dioses hemos topado. Los ciudadanos viven bajo la amenaza de la cólera de los dioses, y bajo la amenaza de los invasores. Dos seres -el humano y el dios- que tienen todo lo malo que se puede tener. Se vive mejor sin ellos, donde va a parar…

La novela es muy amena, absorbente, entretenida, ágil… Y a pesar de tener los personajes nombres tan raros, Toti Martínez de Lezea ha conseguido que no nos perdamos con unos y con otros, con sus historias personales, algo que es muy de agradecer.

Gustará a los amantes de la novela de ficción histórica, de la mitología, de las aventuras, del pasado, de las batallas, de las ansias de poder, de las venganzas cumplidas…

Y tanto ha gustado que Toti, a petición de sus lectores, va a escribir otro libro del estilo. Con eso os lo digo todo.

La novela está salpicada de algunas ilustraciones a inicio de cada capítulo como las que os mostramos en esta reseña.

Anika Lillo